Londres, 14 Oct. (EUROPA PRESS) – Un grupo de periodistas de la BBC que cubrían el ataque a Israel han sido agredidos y retenidos a punta de pistola después de que la Policía los detuviera en la ciudad israelí de Tel Aviv.
Muhannad Tutunji, Haitham Abudiab y su equipo árabe de la BBC se dirigían a un hotel cuando su coche fue interceptado, los sacaron a rastras del vehículo –marcado con el símbolo TV con cinta roja–, los registraron y los empujaron contra una pared, según ha informado la propia BBC.
Tutunji y Abudiab han defendido que se identificaron como periodistas de la BBC y mostraron a la Policía sus tarjetas de identificación de prensa. Mientras intentaba filmar el incidente, Tutunji ha denunciado que su teléfono fue arrojado al suelo y lo golpearon en el cuello.
Un portavoz de la BBC ha reivindicado que los periodistas «deben poder informar libremente sobre el conflicto entre Israel y Gaza», a lo que ha añadido que «uno de nuestros equipos árabes de BBC News desplegados en Tel Aviv, en un vehículo claramente marcado como medio de comunicación, fue detenido y agredido anoche por la policía israelí. Los periodistas deben poder informar libremente sobre el conflicto entre Israel y Gaza».
Pobrecitos estos periodistas británicos de la BBC donde fueron maltratados por sus israelíes, quienes recibieron la facilidad de usurpar territorios palestinos, en tiempos de guerra en el pasado. No sean ridículos con tales noticias, donde las verdaderas víctimas son los cientos de miles de civiles palestinos que están siendo masacrados indiscriminadamente. Y lo peor, tienen el consentimiento mundial para hacerlo en la impunidad, según hemos palpada en la prensa internacional. Se ocupa nada más, «premiar» a cientos de millones con fósforo blanco, una cuantas ojivas nucleares y arreglado el problema de explosión demográfica, que les estorba. A posteriori, la historia será contada y definida según les convenga. Así, está sucediendo.