Pekín, 22 oct (Sputnik).- La Guardia Costera de China interceptó este domingo buques filipinos en las aguas disputadas cerca del archipiélago Spratly (Nansha, para Pekín).
En sus redes sociales, la Guardia Costera acusó a Manila de haber enviado barcos con materiales de construcción en apoyo de un buque de guerra filipino «encallado ilegalmente» cerca del arrecife Renai.
Los buques filipinos ignoraron las reiteradas advertencias de la parte china y realizaron un acercamiento peligroso que resultó en «una leve colisión», añade el comunicado que responsabiliza del incidente a Manila.
Por su parte, el Grupo Operativo para el mar del Oeste de Filipinas (NTF-WPS, por sus siglas en inglés, nombre que Manila aplica a las áreas disputadas del mar del Sur de China) tachó de «irresponsables e ilegales» las acciones de guardacostas chinos.
En un comunicado citado por la agencia PNA, el grupo afirmó que dichas acciones violan la soberanía y la jurisdicción de Filipinas y muestran total desprecio hacia la Carta de las Naciones Unidas, la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, el Reglamento Internacional para Prevenir Abordajes, otras convenciones marítimas internacionales, así como los laudos arbitrales de 2016.
El documento no especifica qué daños sufrió en la colisión el buque de reabastecimiento filipino Unaiza May 2, ni si pudo completar su misión.
Desde hace décadas Pekín mantiene una disputa territorial con varios vecinos por las islas ubicadas en el mar del Sur de China.
En el lugar se descubrieron importantes reservas de hidrocarburos, especialmente en las islas Paracel (Xisha), Spratly (Nansha) y el arrecife de Scarborough (Huangyan).
En la disputa territorial están involucrados en mayor o menor medida Vietnam, Brunéi, Malasia y Filipinas.
La Corte de Arbitraje Internacional de La Haya dictaminó en julio de 2016, a petición de Filipinas, que no existe una base legal para las reclamaciones que presenta Pekín en la zona marítima comprendida dentro de «la línea de nueve puntos» en el mar del Sur de China.
La Corte de La Haya también acusó a China de haber violado la soberanía filipina y causado graves daños a los arrecifes de coral con la construcción de islas artificiales. Además dispuso que Spratly no son islas y no conforman una zona económica exclusiva.
La sentencia fue celebrada por Filipinas, que había apelado de forma unilateral a la Corte de La Haya a principios de 2013, pero provocó un enérgico rechazo de China que negó la jurisdicción del tribunal y la tachó de nula.
En enero de 2017, China y Filipinas establecieron crear un mecanismo para mantener consultas sobre el mar del Sur de China, al que corresponde una tercera parte del tráfico mundial de mercancías y cuya plataforma es rica en recursos naturales. (Sputnik)
