Buenos Aires, 23 oct (Sputnik).- Falta todavía un rato para conocer los resultados de las elecciones generales en Argentina, pero varios seguidores del candidato ultraderechista a la presidencia, Javier Milei, se han acercado hasta el lugar donde el líder de La Libertad Avanza espera el desenlace del escrutinio.
César Soler es un joven que ha recorrido más de mil kilómetros para ver al economista, que parte con ventaja en estos comicios tras haber ganado las elecciones primarias de agosto con 29,8 por ciento de los votos. Observa, apoyado en las vallas que lo separan del Hotel Libertador, el reguero de periodistas y colaboradores de Milei que entran al edificio.
«Para nosotros es un líder muy importante a nivel latinoamericano, lo seguíamos hace tiempo, y lo han traído varias veces al país», refiere este joven de Paraguay de 25 años que viajó desde Ciudad del Este. «En la tele se hizo más conocido, pero lo yo llegué a él por el movimiento liberal».
Aunque trabaja en la administración pública, César asegura que por eso más cree en las ideas de Milei. «Era socialista, estudié estructura social latinoamericana y políticas públicas educativas y ahí vi que hay cosas buenas del liberalismo, del incentivo del mercado. Yo no tengo miedo, creo que va dar mejores resultados» sostiene.
César tiene a cada lado a otros dos jóvenes que también se han acercado en solitario hasta el búnker del candidato de La Libertad Avanza.
A su izquierda, Luca Gallo dice creer en las ideas libertarias de Milei porque no ve un futuro en Argentina. «Porque las ideas a no se pueden parar, es necesario un líder para que pueda ejecutarla», dice este veinteañero. «No tenemos un pensamiento único, pensamos por nosotros mismos en base a toda la ideología que tenemos».
Aunque estudia en la universidad pública, defiende el sistema de «vouchers» que propone el candidato de La Libertad Avanza. «El sistema de mercado genera competencia y el estado debe dar información del rendimiento académico», aduce.
Del otro lado, otro joven llamado Luciano Bianco reconoce su ansiedad por los resultados, aunque predomine la cautela. «Soy afín a estas ideas del liberalismo, y estoy contenta de haber podido votar por primera vez, con 16 años, y visitar en el búnker de mi candidato», comenta. «Teniendo en cuenta del bipartidismo que estuvo estos últimos años, no ha durado efecto y buscamos algo nuevo para llevarlo al país».
El bipartidismo está representado por las dos grandes coaliciones que se han turnado en el poder durante las últimas dos décadas. Por un lado, el kirchnerismo, con los Gobiernos peronistas de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015) que ahora postulan al ministro de Economía, Sergio Massa, como candidato a la presidencia, pese a haber duplicado la inflación desde que llegó al cargo, en agosto de 2022.
Por el otro, está el frente que fundó el expresidente Mauricio Macri (2015-2019), Juntos por el Cambio, y que ahora lleva a la que fue su ministra de Seguridad como postulante a la primera magistratura.
Diferencias de criterio
Otra joven sola, de de 32 años, espera de pie junto a la valla que contiene a los seguidores de Milei mientras las nubes en el atardecer ensombrecen Buenos Aires. «Estoy aquí por el movimiento, lo sigo a Milei desde 2019 porque conocí a alguien del equipo», comenta Aimee Calisiya con prudencia.
Las ideas reaccionarias del candidato de La Libertad Avanza, entre las que se incluye la libre venta de órganos o de niños, o el negacionismo del terrorismo de Estado de la última dictadura (1976-1983), han sido un revulsivo en el año en que Argentina está por cumplir 40 años ininterrumpidos de democracia.
Pero Aymee, de 31 años, le resta importancia a estas y otras afirmaciones controvertidas que desafían los consensos en los que se movió el país las últimas décadas.
«Ha tenido declaraciones fuertes, pero fue viralizado como sacándolo de contexto, no creo que sea así», ensaya . «Lo importante es el cambio y la propuesta que viene a proponer, no tanto lo demás», señala.
La noche ha caído, y afuera bombos y trompetas entretienen la espera a la espera de los resultados. Nadie festeja de momento. (Sputnik)
