miércoles 1, mayo 2024
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La postura de América Latina ante el conflicto palestino-israelí «ya no pasa por Washington»

Ciudad de México, 3 oct (Sputnik).- La postura de distintos gobiernos latinoamericanos que han expresado una posición neutral o, en algunos casos, de franco apoyo al pueblo palestino frente a la escalada del conflicto en Oriente Medio , es una muestra de que la política exterior de los países de la región «ya no pasa por Washington», señalaron analistas consultados por Sputnik.

«Si Estados Unidos quisiera imponer su visión, los países de América Latina tendrían que sujetarse a respaldar a Israel y no sucede eso: vemos posiciones independiente, que van desde la neutral hasta la manifiestamente opuesta a la causa israelí y abiertamente a favor de la causa palestina», explica David García Contreras, académico de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

«Allí se manifiesta la autonomía en la política interna y en la ejecución de la política exterior que no pasa por Washington y que nos da un referente respecto a cómo se toman las decisiones por lo menos en este caso», asegura.

La primera postura de la región fue de condena a los ataques del grupo palestino Hamás realizados el pasado 7 de octubre. Aquel día, combatientes de ese movimiento gobernante en la Franja de Gaza lanzaron más de 4.000 cohetes a distintas localidades israelíes incluyendo Tel Aviv y Jerusalén, e infiltró a más de 1.000 combatientes en 22 localidades del sur del país. En total murieron más de 1.400 personas del lado israelí.

Sin embargo, las represalias tomadas por Israel contra Hamás crecieron paulatinamente en Gaza, dejando más de 9.000 palestinos civiles muertos, lo cual provocó que buena parte de la comunidad internacional criticara las acciones militares de Tel Aviv por presuntamente violar el derecho internacional.

El pasado 31 de octubre, Bolivia anunció el rompimiento de relaciones diplomáticas con Israel. El vicecanciller de ese país, Feddy Mamani, afirmó que la decisión se tomó con base en la Carta de las Naciones Unidas, que rechaza «todo tipo de tratos crueles, inhumanos y degradantes establecidos en la declaración universal de los derechos humanos».

«En repudio y condena a la agresiva y desproporcionada ofensiva militar israelí que se realiza en la Franja de Gaza y la amenaza de la paz y la seguridad internacionales», apuntó Mamani y sostuvo que el Estado boliviano exige el cese al fuego y al bloqueo que sostiene Tel Aviv contra el enclave palestino para impedir el ingreso de alimentos, medicamentos y otros recursos de ayuda humanitaria. Asimismo, La Paz conminó a Israel a establecer un cese al fuego y levantar el bloqueo contra Gaza.

Los mandatarios de Colombia, Gustavo Petro, y Chile, Gabriel Boric, país con la mayor colonia palestina fuera de Cisjordania y Jordania, decidieron llamar a consulta a sus embajadores en Tel Aviv.

«Si Israel no detiene la masacre del pueblo palestino no podemos estar allá», dijo Petro en una publicación en la red social X el pasado 31 de octubre.

«Se llama genocidio, lo hacen para sacar el pueblo palestino de Gaza y apropiársela. El jefe del Estado que hace este genocidio es un criminal contra la humanidad. Sus aliados no pueden hablar de democracia», escribió el presidente colombiano en X.

«No dudo en ningún segundo en condenar los atentados terroristas de Hamás y exigimos la liberación de rehenes, pero no aceptamos que se nos haga elegir por uno u otro bando, nosotros optamos por la humanidad. Tanto esos atentados por Hamás no tienen justificación como lo que está haciendo el Gobierno de Benjamín Netanyahu», aseguró el presidente Boric en declaraciones a la prensa el jueves 2 de noviembre.

El Gobierno de Ecuador expresó el 1 de noviembre su «profunda preocupación» por el bombardeo de Israel a campo de refugiados de Jabalia, en la Franja de Gaza, y recordó que cualquier defensa debe hacerse con respeto al derecho internacional, y específicamente al derecho internacional sobre los derechos humanos.

En un tono similar se expresó la Cancillería argentina, que señaló que la profundización de la violencia en la Franja de Gaza está causando un número cada vez mayor de víctimas. «Nada justifica la violación del derecho internacional humanitario, y la obligación de proteger a la población civil en los conflictos armados, sin realizar distinción alguna», señaló.

Brasil y México, moderación

Los presidentes de Brasil y México, Lula Da Silva y Andrés Manuel López Obrador, respectivamente expresaron una postura neutral y llamaron a buscar caminos para detener la escalada de violencia y encontrar una solución pacífica al conflicto.

El 11 de octubre, el presidente brasileño, que ostenta la presidencia provisional del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, hizo un llamado a la comunidad internacional para que, con carácter de urgencia, se utilicen todos los medios para poner fin a «la más grave violación de los derechos humanos en el conflicto de Oriente Medio», poniendo énfasis en la situación de los menores de edad.

«Los niños nunca deben ser tomados como rehenes, estén donde estén en el mundo», dijo Lula.

«Hamás debe liberar a los niños israelíes que han sido secuestrados de sus familias. Israel debe dejar de bombardear para que los niños palestinos y sus madres puedan salir de la Franja de Gaza por la frontera con Egipto. Tiene que haber un mínimo de humanidad en la locura de la guerra», agregó el líder brasileño.

«Nosotros no queremos tomar partido porque queremos ser factor para la búsqueda de una solución pacífica. (…) Más que condenas lo que requiere es la búsqueda de soluciones pacíficas, que se dialogue y que se evite el que escale más la confrontación y la violencia», dijo López Obrador el lunes 9 de octubre en su conferencia mañanera.

Respaldo al pueblo palestino

Otros países como Cuba, Venezuela y Nicaragua han expresado una postura de abierto respaldo a la causa palestina.

«La escalada de violencia entre Israel y Palestina (…) es consecuencia de 75 años de permanente violación de los derechos inalienables del pueblo palestino y de la política agresiva y expansionista de Israel», afirmó la Cancillería de Cuba en un comunicado emitido el 7 de octubre.

«Cuba demanda una solución amplia, justa y duradera al conflicto israelí-palestino, sobre la base de la creación de dos Estados, que permita al pueblo palestino ejercer su derecho a la libre determinación y a disponer de un Estado independiente y soberano dentro de las fronteras anteriores a 1967, con Jerusalén Oriental como su capital», detalló el comunicado del Ministerio de Exteriores.

Venezuela, en tanto, afirmó que la escalada «es el resultado de la imposibilidad del pueblo palestino de encontrar en la legalidad internacional multilateral un espacio para hacer valer sus derechos históricos».

En un comunicado emitido el 7 de octubre, la Cancillería venezolana demandó el cumplimiento de la resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU, que exige a Israel poner fin «de inmediato y por completo» a todas las actividades de asentamiento y ocupación del territorio palestino como única vía para alcanzar la paz.

El Gobierno nicaragüense sumó su voz a las críticas ante la situación violenta entre Palestina e Israel. «Condenamos enérgicamente, como siempre, esta trágica, dramática situación que empeora continuamente, frente a la soberbia, la ceguera, incomprensión e inacción de la comunidad internacional y particularmente de las Naciones Unidas», apuntó el ejecutivo del país centroamericano en un pronunciamiento.

Otros líderes centroamericanos han expresado opiniones contrapuestas. El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, expreso sus «más sinceras condolencias y apoyo a Israel en este momento de dificultad ante los ataques perpetrados sin justificación».

Hamás… ¿y la Mara Salvatrucha?

El presidente del Salvador, Nayib Bukele, cuestionó con dureza a los militantes del grupo Hamás en un mensaje publicado en redes sociales el 8 de octubre.

«Como salvadoreño con ancestros palestinos, estoy seguro de que la mejor cosa que pudiera pasarle al pueblo palestino es la completa desaparición de Hamás», escribió Bukele.

«Esas bestias salvajes no representan a los palestinos», dijo el mandatario salvadoreño, quien comparó a los militantes del grupo islámico con los integrantes de pandillas como la Mara Salvatrucha.

«Lo mejor que nos pudo pasar como nación fue deshacernos de esos violadores y asesinos y dejar a la gente buena prosperar. Los palestinos deben hacer lo mismo: deshacerse de esos animales y dejar a la gente buena prosperar. Es la única manera de avanzar», afirmó Bukele.

Conferencia internacional

Moisés Garduño, doctor en estudios árabes e islámicos contemporáneos por la Universidad Autónoma de Madrid y maestro en Estudios de Asia y África con especialidad en Medio Oriente por el Colegio de México, explica a Sputnik que la cuestión palestina nunca ha sido un tema de izquierda o derecha, sino más bien de carácter anticolonial.

«Las posturas de los mandatarios de América Latina con respecto a Palestina las hacen en el sentido de su solidaridad con un pueblo que consideran está en una situación de ocupación militar y de colonialismo», afirma Garduño.

De acuerdo con el especialista, la posición de los países latinoamericanos con respecto al conflicto en Medio Oriente responde más a los intereses que tengan con Israel o con Estados Unidos, aunque subraya que la gran mayoría ha reconocido a Palestina como Estado y votaron a favor de tener a Palestina como miembro observador en Naciones Unidas en 2012.

En el contexto actual, señala Garduño, se tendría que valorar las posturas de México y Colombia de buscar una conferencia internacional para abordar una posible salida negociada al conflicto, además de buscar rescatar a los rehenes secuestrados por el grupo Hamás, entre los cuales se presume hay personas de distintos países latinoamericanos.

Cuando México era miembro no permanente del Consejo de Seguridad, dijo Garduño, llamó, junto con Francia, a una investigación independiente para documentar posibles crímenes de guerra en operaciones pasadas del Ejército israelí y también crímenes por parte de milicias palestinas como Hamás

«México ha hecho un trabajo de velar siempre por la sociedad civil que se encuentra a fuego cruzado. No debe de ver ningún lado, ni de Hamás ni de Israel, como entronando o respaldando ningún tipo de acción militar que implique el daño de civiles», afirmó el académico.

Para Garduño, los países y organizaciones que están tomando partido por alguno de los bandos en conflicto han cometido un error que aleja la posibilidad de una salida negociada.

«Tomar un lado en estos momentos no abona para la paz, lo que hay que hacer es buscar mecanismos de diálogo de intercesión de mediación. Países como Catar u Omán son indispensables para esto. Los países latinoamericanos podrían coadyuvar», asegura.

También destacó la posición de Gustavo Petro como una postura valiente en cuanto a que no está llamando a desconocer al Ejército ni al Estado de Israel, sino a una conferencia internacional para resolver, en el mismo nivel, las crisis de Ucrania y Palestina.

«La gran mayoría de las miradas internacionales estaban volcando hacia lo que pasa en Ucrania y Rusia y hay que ver que, aunque es un conflicto importante, no es el único. Hay otros conflictos que están lastimando nuestro sistema internacional y hay que preocuparnos por lo que pasa también en Palestina, en Yemen, en Irak, en Afganistán», sugiere el especialista.

La ayuda humanitaria debe ser prioridad

Garduño considera que debe haber una postura regional unificada en América Latina para «pedir un canal humanitario» en Gaza.

«Lo que hizo Hamás es condenable, pero lo que está haciendo de Israel no se justifica con nada. El bombardeo de residencias en Gaza, el bombardeo de la zona de Rafah en la frontera entre Gaza y Egipto, y por supuesto el corte de agua, de luz, de comida, para la población civil… «, señala.

Para Garduño, después de atender esta urgencia, sería necesario retomar la hoja de ruta para la paz, reformarla e involucrar a otros países como China, Rusia, Estados Unidos y países emergentes como Brasil, México y Colombia y a la sociedad civil, tanto palestina como israelí, para llegar a acuerdos a largo plazo.

Por su parte, García Contreras observa complicado que América Latina pueda lograr una posición unificada en torno al conflicto: «Hay una gran variedad de posibilidades y de apoyos en uno u otro sentido de los bandos y unos más que mantienen una actitud neutral».

Sin embargo, acota, la posición de los países de la región muestra una distancia de Washington.

«Puede haber relaciones cordiales, pero no de sujeción», afirma García, quien considera que hay un cuestionamiento a la hegemonía estadounidense en la región.

«Hay políticas activas que pueden ir en contra de Estados Unidos y eso manifiesta su autonomía. Al final se trata de un momento en el que han crecido estos países que pueden ir caminando de manera autónoma en sus políticas exteriores», concluye. (Sputnik)

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