lunes 6, mayo 2024
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Presidente de México insiste en incorporar a las Fuerzas Armadas a la seguridad pública

Ciudad de México, 8 nov (Sputnik).- Una reforma constitucional para incorporar a las Fuerzas Armadas a la Guardia Nacional (GN), encargada de la seguridad pública, que fue declarada inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia en abril pasado, será presentada de nuevo por el Ejecutivo federal, anunció este miércoles el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

«Para la Guardia Nacional, antes de que yo me vaya, voy a hacer el último intento de enviar la iniciativa de reforma para que quede dependiendo de la Secretaría de la Defensa, para que no se eche a perder, para que no se corrompa», dijo el jefe del Ejecutivo federal en conferencia de prensa.

El gobernante enviará otra vez un proyecto de reforma al Congreso, antes de que termine su administración sexenal en septiembre de 2024.

«Y si ya no se puede, cuando menos hay constancia (…), si quien llega (a la presidencia) tiene mayoría calificada en el Congreso, va a poder reformar la Constitución y se va a lograr eso», agregó López Obrador.

La reforma fue aprobada por el Congreso con apoyo de un sector de la oposición, pero el 24 de abril de este año fue dictaminada por la Suprema Corte de Justicia como una violación del artículo 21 de la Constitución mexicana, que establece el carácter civil de la GN, dependencia de la Seguridad Pública encargada de las estrategias contra la delincuencia.

Proceso legislativo y polémica

Una reforma de la Carta Magna requiere de dos terceras partes en ambas cámaras del Congreso, «mayoría calificada» que el oficialismo perdió en las elecciones de medio mandato presidencial de 2021.

«Eso yo lo recomendaría (al siguiente Gobierno), yo no delegaba la Guardia Nacional ni en la secretaría de Seguridad Pública ni en Gobernación (Interior): es la Secretaría de la Defensa, así de claro», subrayó López Obrador.

El gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) sólo tiene «mayoría simple» en el Congreso (la mitad de asientos más un voto), para emitir leyes secundarias, pero para no modificar la ley primaria constitucional, además de tener un fallo en contra en el pleno de la Suprema Corte de Justicia.

El presidente también descartó las críticas de organismos internacionales y defensores de víctimas de violaciones a los derechos humanos cometidas por soldados, que califican la iniciativa como un proceso de «militarización».

«Que no me vengan con el cuento de la militarización, que ya han engañado y manipulado mucho con eso», sentenció.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), Volker Türk, consideró en abril pasado «fundamental asegurar el carácter civil de la Guardia Nacional», apegada a los estándares internacionales.

En un pronunciamiento escrito, el alto responsable de la ONU exhortó a mejorar las capacidades de las fuerzas de seguridad civiles y a una limitación del papel de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública.

«Esto es aún más vital dado que la creciente militarización de las fuerzas de seguridad en México, en particular desde 2006, ha provocado un aumento en las denuncias de violaciones de derechos humanos por parte de las Fuerzas Armadas», dijo Türk.

López Obrador retomó esa controversia y expresó: «que no se olvide que nuestro Ejército es distinto a otros ejércitos, este es un ejército que surge del movimiento revolucionario», que estalló en 1910.

El mandatario considera que las tropas mexicanas «son hijos de campesinos, de obreros, de comerciantes, de profesionales, hijos de militares».

Finalmente destacó el creciente papel de las Fuerzas Armadas en funciones que corresponden a autoridades civiles.

«Para terminar, no saben lo que nos han ayudado para lograr lo que hemos alcanzado marinos y soldados, no hubiese yo podido salir adelante», puntualizó.

El mandatario reseñó que las Fuerzas Armadas ayudaron con sus hospitales durante la pandemia de covid-19, que los ingenieros militares han construido 2.700 sucursales del Banco del Bienestar en todo el país para el pago de programas sociales y recibir remesas desde EEUU.

Los militares también administran aduanas, participan en programas de vacunación, reparten programa sociales, siembran viveros para el plan de reforestación Sembrando Vida, construyen cientos cuarteles, participan en la obras estratégicas como el Tren Maya, dos aeropuertos internacionales y un ferrocarril interoceánico, entre otras obras.

No obstante, el Acnudh reseñó que a lo largo de los años, los organismos internacionales de derechos humanos han pedido en forma reiterada que la seguridad pública mexicana esté en manos de fuerzas de seguridad civiles.

«Las Fuerzas Armadas sólo deben ser desplegadas en tareas de seguridad temporalmente, en circunstancias excepcionales, subordinadas a las autoridades civiles y siempre bajo la supervisión efectiva de órganos civiles independientes», escribió Türk. (Sputnik)

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