miércoles 1, mayo 2024
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Candidato oficialista a la presidencia argentina cierra su campaña con 1.800 estudiantes

Buenos Aires, 17 nov (Sputnik).- El ministro de Economía y candidato a presidente por el oficialismo argentino, Sergio Massa, cerró el jueves su campaña en el tradicional colegio porteño Carlos Pellegrini, donde fue escuchado por 1.800 alumnos, sin acceso a la prensa y desprovisto de dirigentes.

Los alrededores de uno de los colegios que dependen de la Universidad de Buenos Aires -el otro es el Nacional Buenos Aires, dónde estudió Massa- lucen desde hace días repletos de carteles en favor de uno u otro candidato, los cuales también llevan espontáneas escrituras hechas con marcador, que muestran la intensidad con la que se ha vivido la campaña que termina, antes de pasar a las urnas.

«Me faltan seis materias para terminar la facultad, por favor no votes a Milei», reza uno de ellos, quizás uno de los que más exhiben hasta dónde ha llegado la micromilitancia en esta oportunidad.

Según los estudiantes, la defensa a la educación pública fue el tema que más trató Massa durante la hora que habló en el patio central ante el alumnado del colegio orientado en economía, que lleva el nombre del expresidente Pellegrini (1890-1892) y que tiene en su historia graduados de prestigio como los exministros Pablo Avelluto, Carlos Tomada, o el actual embajador argentino en Brasil y excandidato a presidente, Daniel Scioli.

Y si bien se escuchó una fuerte ovación cuando Massa ingresó al establecimiento, hay muchos estudiantes que todavía no tienen definido su voto, como Pablo Rejas y Gustavo López Lara, ambos de 18 años, y a punto de graduarse para estudiar ingeniería informática y en sistemas.

«No estoy seguro a quién voy a votar», admite Pablo, «honestamente, después del debate me quedaron bastante dudas que aún no lo sé del todo. No me convenció mucho, de ambos lados, las formas que tenían de expresarse».

El joven afirmó que no está seguro que Argentina necesite los «cambios radicales» que propone Milei, a sabiendas de que el país tiene «problemas estructurales que viene arrastrando ya hace años».

«No sé si Milei sea conveniente ahora», opinó.

A su vez, Gustavo confesó que siente que votará según cómo se levante el día del balotaje.

«Me lleva a dudar la seguridad, pero no tanto en la calle, aunque es también importante, me refiero a la seguridad de saber si el país va a estar bien con cualquiera de los dos. No lo veo a ninguno de los dos capaz de resolver los problemas que tenemos ahora», explicó.

Tanto «el Pelle», como se le dice a esta escuela, como «el Colegio», como se le llama al Nacional Buenos Aires, han sido históricamente establecimientos con mucha actividad política y que siempre han levantado la bandera de la educación pública, uno de los puntos más álgidos en el debate entre ambos candidatos.

Milei ha manifestado en su plataforma política la posibilidad de establecer un sistema de vouchers, que subsidien directamente a los alumnos, en lugar de los establecimientos, una iniciativa que se emplea en países como Chile y que el electorado ha interpretado como una forma subrepticia de arancelamiento escolar.

«Es una idea bastante interesante, bastante radical. Se me hace bastante radical por ahora, porque también supuestamente dicen que Milei va a privatizar todo, pero en realidad es como una competencia entre colegios. Hasta ahora en los países que se llevó a cabo no se sabe. Por ejemplo, en Chile creo que habían intentado algo parecido y no salió tan bien. Es una idea bastante interesante pero no sé si ahora puede aplicar eso en nuestra sociedad», asevera Pablo.

El ascenso meteórico de Milei en la política argentina ha estado acompañado por una fuerte militancia juvenil, aunque no del modo tradicional, esto es, con movilizaciones en la calle o protestas en los colegios, sino en los múltiples espacios virtuales, donde hoy se disputa buena parte de los debates.

Su estilo verborrágico e irreverente, con el que ha desfilado por los canales de televisión en los últimos dos años, le han convertido en un «rockstar» y es así como lo ven la mayoría de sus seguidores, lo cual deja sus propuestas en un segundo plano de importancia.

Sin embargo, la alianza que el candidato de La Libertad Avanza ha tejido con el expresidente Mauricio Macri (2015-2019) y la excandidata a presidenta por Juntos por el Cambio (derecha), Patricia Bullrich, le han acercado a «la casta política» que tanto ha criticado durante la campaña y el fanatismo ha mermado.

A sólo tres días de concurrir a las urnas, y luego de haber protagonizado la escena, los jóvenes de Argentina parecen más decididos a optar por el candidato que menos rechazo les genera, en lugar de elegir una alternativa que les convenza. (Sputnik)

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