San José, 23 Nov (ColmenaLab/EP).- Golpeado por los impactos del cambio climático, Panamá este año cruza una de las mayores crisis sociales y ambientales de las últimas décadas.
El pasado 20 de octubre de 2023, el pueblo panañameno salió a las calles y paralizó el país debido a la aprobación de una conseción minera que da carta abierta para explotar la mina de cobre más grande de Centroamérica.
A un mes de paralización del país, los argumentos de la oposición popular empeizan a emerger de forma más clara y contundente.
El proyecto minero se encuentra ubicado en el corazon del corredor centroamericano, un ecosistema de vital importancia para la conservación de los bosques y los ecosistemas, pero sobre todo también constituye uno de los ejes principales de desarrollo económico para el país, pues de este sitio se extrae el agua requerida para el funcionamiento del canal de Panamá.
En agosto del presente año, el administrador de la Autoridad del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez Morales, en una entrevista para TVN noticias, señaló su preocupación por el impacto de la falta de precipitaciones y la intensificación del Fenómeno de El Niño así como de otros fenómenos climáticos, pues plantean un escenario complejo para el funcionamiento fluido del canal.
De acuerdo con la autoridad del canal, la entidad entregó una serie de estudios que fueron contratados por el Ministerio de Ambiente para el Canal de Panamá con el objetivo de explorar soluciones alternativas para abordar la escasez de agua. Estas investigaciones han considerado diversas alternativas hídricas, entre ellas el río Indio, el río Bayano y las fuentes en el arco seco, incluyendo el río Santa María en La Villa.
De acuerdo a lo sostenido en la entrevista citada, el funcionario sostuvo lo siguiente “Estos estudios fueron entregados al Gobierno. Como Canal nos preocupa tener limitaciones hídricas. Tratamos con el cuerpo de ingenieros de ver qué otras opciones podíamos ejecutar dentro de la propiedad de la entidad sin que dependiera de decisiones externas. Hemos encontrado soluciones de menor cuantía, es decir, el volumen de agua que podemos lograr con eso no es tan grande como otras soluciones”.
El administrador destacó la continua dedicación de la entidad en abordar esta crisis. Sin embargo, enfatizó que la magnitud del problema supera la capacidad del Canal, convirtiéndolo en un desafío de alcance nacional.
Impactos de la minería en el canal
En relación con el tema de la minería, Vásquez indicó que existen algunas personas han expresado que la minería disminuirá la cantidad de agua disponible para el Canal. Además subrayó que actualmente se está revisando el contrato Ley entre el Gobierno y Minera Panamá para determinar los límites de los requerimientos hídricos de la operación minera. Hasta la fecha, no se cuenta con una respuesta definitiva confirmó.
La transición energética y la minería
El proyecto de explotación de cobre más grande de Centroamérica tiene una importancia estratégica para la región, pues de acuerdo a los análisis globales, la demanda mundial de cobre, litio, cobalto y níquel, los llamados «metales críticos», creció en la última década y aumentará más a medida que el mundo avance hacia tecnologías verdes.
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), hacia 2040 la demanda de cobre se multiplicará por tres de acuerdo con los escenarios de descarbonización compatibles con los compromisos sobre el clima de 2015 para limitar el calentamiento global a +1,5 ºC.
Sin emabrgo, aunque los procesos de descarobonización ayudan a mitigar la crisis climática, arrasan con los ecosistemas del país convirtiéndolo en una zona de sacrificio en post de la anhelada transición.
Posibles consecuencias para Panamá
Aunque económicamente este escenario se presenta cómo una oportunidad ¿qué consecuencias tiene para Panamá?
En primer lugar, el agua utilizada para este proyecto minero podría poner en riesgo el caudal para el calado del Canal de Panamá, esto sumado a otros fenómenos climáticos podría resultar en una pérdida de los ingresos proyectados para el país, que sin este proceso extractivo ya ondean los 200 millones de dolares para 2024.
En segundo lugar, esta conseción compromete la integridad del Corredor Biológico Mesoamericano, una zona de bosques maduros, poco intervenidos y con una gran riqueza hídrica en la cual nacen ríos que vierten en el caribe y el pacífico panameño. Según la empresa, la mina es solo “un puntito” en el corredor mesoamericano, pero los ambientalistas aseguran que ha fragmentado la ruta de especies críticas como jaguares y águilas harpías.
