martes 14, mayo 2024
spot_img

Un año de altibajos en las controvertidas relaciones de EEUU y China

Moscú, 22 dic (Sputnik).- Las relaciones entre China y EEUU nunca han sido fáciles, sin embargo, parece que este año para Washington fue especialmente importante mejorar los lazos con Pekín debido a su reciente acercamiento con Moscú y la incertidumbre en la arena mundial.

En este contexto, a principios del año, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, tenía la intención de viajar a China, lo que habría sido la primera visita de un jefe de la diplomacia estadounidense a esta nación asiática desde 2008. Sin embargo, el viaje fue pospuesto dado el incidente con un supuesto globo espía chino sobre el territorio norteamericano.

El 4 de febrero de 2023, un avión de combate estadounidense derribó un presunto globo espía de China cerca de la costa de Carolina del Sur.

El aerostato había entrado en el espacio aéreo del noroeste de EEUU desde las islas Aleutianas, vía Alaska y Canadá, y estuvo sobrevolando durante días «lugares delicados» en la parte continental del país. Las autoridades estadounidenses tacharon la intrusión del globo de vigilancia chino como una clara violación de la soberanía de su país, así como de las leyes internacionales.

Reacción excesiva

Al día siguiente, el Ministerio de Exteriores y el Ministerio de Defensa de China elevaron sus protestas por el ataque estadounidense contra el dirigible al considerarlo «excesivo».

En Pekín comentaron haber asegurado a EEUU que el aerostato era una sonda meteorológica común para tareas civiles, que entró en el espacio aéreo norteamericano por circunstancias de fuerza mayor y que no fue premeditado.

El país asiático afirmó que el derribo del globo aerostático supuso un daño al proceso de normalización entre Pekín y Washington, e instó a EEUU a no exacerbar la tensión, dejar de injerir en los asuntos internos de China y evitar acciones que vulneran sus intereses.

Otro tema agudo en las relaciones de los dos países fue la isla de Taiwán. Las tensiones en el estrecho de Taiwán fueron en aumento a principios de agosto de 2022, luego de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, realizara una vista a la isla rebelde, desoyendo las reiteradas advertencias de Pekín.

Este año, las discrepancias en torno a la isla van en aumento, dadas las acusaciones mutuas de exacerbar la situación aún tensa y la decisión de EEUU de brindar ayuda de defensa adicional a Taiwán.

Camino correcto

Sin embargo, a pesar de todas las divergencias, parece que EEUU se da cuenta de la necesidad de acercar las posturas con un actor tan influyente en la arena mundial como China. En este contexto, durante el año se realizaron varias visitas de funcionarios estadounidenses al país asiático.

En particular, a mediados del año, la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, llegó a China para «profundizar la comunicación con China en diversos de temas y evitar malentendidos». La secretaria dijo además que su país busca una «sana competencia económica» con China, así como colaboración para hacer frente a los desafíos globales.

La secretaria de Comercio de EEUU, Gina Raimondo, también visitó China en medio de la tensión en las relaciones por las restricciones a la exportación de Taiwán y Washington. Durante su viaje, Pekín anunció la disposición a fortalecer el diálogo y la cooperación bilateral en la esfera económica y comercial, así como contribuir al desarrollo sano de estas relaciones.

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, quien pospuso su visita a China en febrero, la realizó en junio, durante la cual los dos países coincidieron en la necesidad de normalizar los lazos bilaterales. Tras el viaje, el funcionario afirmó que la relación entre los dos países va en el «camino correcto».

Dictador o aliado

Sin embargo, este calentamiento en las relaciones controvertidas de las dos naciones fue oscurecido por las palabras del presidente de EEUU, Joe Biden, sobre su par chino, Xi Jinping.

A finales de junio, Biden, al intervenir en un evento para recaudar fondos en California, comentó que Xi estaba molesto por el episodio con el supuesto globo espía chino, derribado en EEUU en febrero, porque no tuvo conocimiento de su existencia, algo que es «una gran vergüenza para los dictadores».

Estas palabras provocaron una fuerte protesta y enérgica condena por parte de China, que las calificó de «extremadamente absurdas e irresponsables», al subrayar que «contradicen los hechos, violan gravemente el protocolo diplomático, atentan gravemente contra la dignidad política de China y constituyen una abierta provocación política».

Sin embargo, el presidente Biden estaba convencido de que su comentario sobre Xi Jinping no socavaba el progreso logrado en las relaciones entre los dos países.

Y parece que tenía razón dada la visita de Xi Jinping a EEUU, que se realizó en noviembre y culminó en una serie de acuerdos bilaterales.

Biden y Xi se reunieron el 15 de noviembre en una residencia privada cerca de San Francisco, donde se desarrollaba entonces la cumbre del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, en inglés).

Durante la reunión, que se prolongó por cuatro horas y contó con la participación de altos funcionarios y asesores de ambas partes, EEUU y China acordaron fomentar el diálogo y la cooperación en diversos campos, particularmente, establecer un diálogo intergubernamental sobre inteligencia artificial y un grupo de trabajo para la cooperación antidrogas, reanudar la cooperación de defensa y las comunicaciones directas al nivel militar, suspendidas tras la polémica visita de Pelosi a Taiwán.

También quedaron en relanzar las reuniones de trabajo al nivel de ministerios de Asuntos Exteriores y las consultas sobre seguridad naval y teatros militares; acordaron la frecuencia de vuelos entre ambos países; ampliar los intercambios en el ámbito de educación, cultura, deportes y actividades empresariales.

No obstante, tras el fructífero encuentro, Biden afirmó que no cambió su opinión sobre Xi y reiteró que es un «dictador», lo que otra vez fue calificado por China de un paso «erróneo e irresponsable» y puso a prueba el acercamiento entre Washington y Pekín.

De este modo, un año de altibajos en las relaciones de los dos países plantea numerosas interrogantes acerca de qué podemos esperar de estos lazos en un futuro y si gana el posible beneficio de la cooperación o los desacuerdos existentes. (Sputnik)

Noticias de Interés

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimas Noticias