Tel Avivv, 4 Ene. (EUROPA PRESS) – El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha defendido la necesidad de que se establezca una «nueva realidad» en la frontera de Líbano a fin de que los ciudadanos israelíes puedan regresar a sus casas y, si bien prefieren la vía diplomática para resolver el conflicto con Hezbolá, no tolerarán más amenazas.
«Israel prefería resolver el conflicto militar con Hezbolá a través de mecanismos diplomáticos, pero el tiempo para ello es limitado», ha trasladado Gallant a Amos Hochstein, enviado especial del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a su llegada este jueves a Tel Aviv.
«No toleraremos las amenazas planteadas por el representante de Irán, Hezbolá, y garantizaremos la seguridad de nuestros ciudadanos», ha remarcado Gallant en un encuentro en la sede del Ministerio de Defensa, informa ‘Times of Israel’.
El Ministerio de Defensa israelí ha informado de que Gallant ha trasladado a Hochstein que la principal prioridad de Israel en este frente está «cambiar la realidad de la seguridad» en la frontera con Líbano para permitir que más de 80.000 israelíes evacuados regresen a sus casas.
Futuro de la Franja de Gaza
Por otro lado, Gallant se ha referido también a la campaña militar israelí sobre la Franja de Gaza, y aprovechado para recomendar a los miembros del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) que abandonen la idea de que las tropas israelíes abandonarán en el corto plazo el enclave palestino.
«Necesitan cambiar la cuanta atrás hasta el final de sus vidas en la Tierra, eso llegará pronto», ha manifestado un Gallant que asegura que las tropas israelíes están «completando la misión actual en el norte» de la Franja de Gaza, donde «se están reorganizando con la intención de llevar a cabo redadas y ataques aéreos pronto».
Así las cosas, el ministro de Defensa ha recalcado que los enfrentamientos más «intensos» se registran ahora en el centro del enclave palestino, donde las fuerzas israelíes «están trabajando tanto en la superficie como bajo tierra», destruyendo «infraestructuras centrales» de Hamás.
Por otro lado, en el sur de la Franja de Gaza la operación también es «poderosa y se está fortaleciendo» tanto en la superficie como en el subsuelo. La vasta red de túneles de la milicia palestina es precisamente uno de los principales objetivos de Israel en su campaña militar en el enclave.
Sin embargo, el ministro Gallant sí que se ha mostrado a favor de que sean los propios palestinos quienes tomen el control de los organismos del enclave en el futuro siempre y cuando «no haya hostilidad hacia Israel».
«No habrá presencia civil en la Franja de Gaza una vez que se hayan alcanzado los objetivos de la guerra (…) Los residentes de Gaza son palestinos, por lo que los organismos palestinos estarán a su cargo», ha manifestado.
Otro asunto son las cuestiones en materia de seguridad, respecto a las que el ministro de Defensa ha recalcado que Israel no permitirá que la Franja de Gaza vuelva a quedar en manos de Hamás, para lo cual mantendrá el control general de la seguridad.
Nueva fase de la guerra
Asimismo, el ministro de Defensa ha apuntado que Israel llevará a cabo la transición hacia lo que él ha catalogado como la Fase III de la campaña militar en Gaza, durante la cual los combates en el norte del enclave serán de menor intensidad.
Sin embargo, este periodo de la ofensiva israelí sí que contemplará nuevas incursiones terrestres, la destrucción de túneles subterráneos de Hamás –uno de los principales objetivos de Israel–, actividades aéreas y operaciones especiales.
Pese a todo, Gallant no ha proporcionado más información sobre cuándo se iniciará esta nueva etapa, pues dependerá en todo caso de que se cumplan una serie de objetivos militares confidenciales. El objetivo de la Fase III es la «erosión de los focos» de Hamás.
Hamás lanzó el 7 de octubre una serie de ataques contra territorio israelí que se dejó casi 1.200 muertos y 240 rehenes. El Ejército israelí, por su parte, lanzó una cruenta contraofensiva contra las principales estructuras de la milicia palestina y arroja ya un balance de más de 22.400 muertos y 57.000 heridos.
