Moscú, 26 ene (Sputnik).- El piloto ruso Arkadi Grachov, uno de los cuatro sobrevivientes del accidente que un jet privado Falcon-10 con seis personas a bordo sufrió el pasado domingo en el noreste de Afganistán, atribuyó el siniestro a fallos técnicos.
«Como resultado de nuestras acciones competentes, realmente aterrizamos el avión, no nos estrellamos, aterrizamos en la cima de la montaña», dijo Grachev a los periodistas a su llegada al aeropuerto Vnúkovo de Moscú en la madrugada de este viernes.
Grachov dijo que la aeronave empezó a caer debido a «problemas técnicos». Tanto él como otros sobrevivientes del accidente, añadió, fueron convocados a la fiscalía para dar explicaciones.
«Pasamos un día y medio expuestos al frío, llegamos al extremo de quemar los cordones para entrar en calor. Luego vinieron los socorristas a rescatarnos. Nos sacaron desde una altitud de 4.000 metros, anduvimos casi cinco horas a pie hasta una aldea, en medio de una nieve profunda», relató Grachov.
El 21 de enero, la agencia rusa de transporte aéreo, Rosaviatsia, comunicó que un avión Falcon 10, que llevaba seis pasajeros a bordo, desapareció en la provincia afgana de Badajshán.
El lunes, el embajador de Rusia en Kabul, Dmitri Zhirnov, confirmó a Sputnik que dos nacionales rusos fallecieron en el siniestro.
Rosaviatsia precisó que el Falcon 10, fabricado por la empresa francesa Dassault Aviation en 1978, pertenecía a la empresa Athletic Group LLC y a un particular.
A bordo se encontraba una paciente rusa encamada y en estado grave, que era transportada desde uno de los hospitales de Pattaya (Tailandia) a Rusia, e iba acompañada por su marido, un empresario privado de Rusia que pagó el vuelo. (Sputnik)
