Ciudad de México, 8 feb (Prensa Latina) Un amparo otorgado por el juzgado primero de distrito en favor del exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya, juzgado por corrupción, causó hoy disgusto en el gobierno por su arbitrariedad.
Se trata de una suspensión definitiva contra la resolución que le negó al reo el cambio de medidas cautelares, como era encarar todo el proceso judicial desde la prisión.
Sin embargo, Lozoya Austin seguirá encarcelado porque enfrenta otro juicio penal que se le instruye por el caso Odebrecht, también de corrupción y enriquecimiento ilícito.
En la lista de acuerdos del Consejo de la Judicatura Federal sobre el caso, aparece que la defensa de Lozoya Austin interpuso un juicio de amparo en contra de la resolución que dictó el pasado 15 de diciembre el juez José Rivas González, quien le negó el beneficio de enfrentar su proceso en prisión domiciliaria.
Durante la diligencia la defensa de Lozoya trató inicialmente de demostrar que su cliente había pasado dos años en prisión sin que se le dictara condena y por lo tanto debía conceder que siguiera en libertad su proceso por cohecho y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
La resolución del juez Rivas fue recurrida a través del juicio de garantías y para ello el juzgado primero de distrito en materia de amparo le concedió la suspensión definitiva de la resolución en su contra.
Pero solo le servirá a efecto de que las cosas se mantengan como están y su libertad sea definida una vez que el órgano jurisdiccional determine si es procedente o no el cambio de medidas cautelares.
La definición de este juicio de amparo podría tomar meses y en caso de que se le conceda el cambio de medidas cautelares por parte del juzgado primero, el asunto puede ser recurrido por la Fiscalía General de la República, opuesta a que se le otorgue ese beneficio legal.
