“Un pueblo noble que no se ha quedado cruzado de brazos” (Eugenia María Zamora Chavarría).
El poder del pueblo se manifestó, el poder ciudadano seleccionó (en paz, sin ejércitos, ni dictadores); lástima que “el poder del abstencionismo” es mayor… como mayor es la cantidad de dinero que se utiliza en cada elección. ¿Será un sinsentido utilizar tanto… para tan poca participación?, pero -reitero- votamos en paz, sin ejércitos, ni dictadores.
El 5 de febrero, recién pasado, la presidente del Tribunal Supremo de Elecciones, en su discurso -en la sesión solemne- manifestó:
“Hoy Costa Rica ha vuelto a votar en paz y libertad para elegir a sus representantes populares, como lo ha venido haciendo, de forma ininterrumpida, desde hace 75 años. Hoy hemos ratificado, de nuevo, nuestra vocación democrática; nuestra convicción de que reconocernos libres e iguales, de que canalizar nuestras diferencias y aspiraciones -a través de la política, la ley y las urnas-, es el camino costarricense, del cual no nos apartaremos jamás”. (Magistrada Eugenia María Zamora Chavarría).
-Sí, elegimos -con el voto, no con la fuerza- a nuestros representantes populares.
Al respecto: estoy muy orgulloso del poder ciudadano activo… por la participación en democracia; pero alarmado por “el cruzar los brazos”, por “el poder de la indiferencia”.
Muy optimista por las personas electas (por las y los jerarcas de las intendencias de los Consejos Municipales de Distrito, los concejales de distrito, las síndicas y síndicos, regidoras y regidores, alcaldesas y alcaldes), y muy agradecido con las y los demócratas, de todos los partidos. Una democracia sin candidaturas reales es una dictadura opresora.
Optimista, pero también reflexionando: ¿es justo o no, invertir tanto dinero, para tan poca votación? Al parecer es mejor un exclusivo día para todas las elecciones -municipales, diputadiles y presidenciales-. ¿Elegir a nuestros representantes populares (en días diferentes) implica no destinar dinero para otros urgentes requerimientos, especialmente sociales? ¿Menos gastos es economizar, para utilizar más plata para el desarrollo humano integral -por ejemplo: educación, salud, vivienda, promoción de empresas y empleos, resguardo de la naturaleza, calles o caminos vecinales, seguridad pública nacional o policía municipal-?
-Estoy muy esperanzado por los resultados de las y los candidatos -democráticamente electos- del socialcristianismo en general; pero me pregunto ¿hasta cuándo seguiremos separados? ¿Cuándo la realidad e inteligencia política imperará para la casa unida?
Necesitamos más socialcristianismo y menos egoísmo. La suma total de los votos de socialcristianas y socialcristianos (en uno, u otros partidos) darían como resultado positivo… más autoridades de pensamiento y acción socialcristiana.
El socialcristianismo ha gobernado por el bienestar general, en lo nacional y lo cantonal. Nuestro país necesita más mujeres y hombres, con visión y hechos socialcristianos… generando riqueza económica para la justicia social.
El presente y el futuro inmediato claman nuestra reflexión y acción inclusiva. Necesitamos más autoridades municipales, más diputadas y diputados, y un Poder Ejecutivo de hechos que respeten y potencien el desarrollo integral (sin privilegios, sin exclusión).
Que el socialcristianismo, desde su comunidad, sector o nivel de autoridad partidaria, impulse el reencuentro en pro de los sagrados intereses de la persona humana.
“Que todos sean uno. Es necesario pasar de una situación de antagonismo y de conflicto a un nivel en el que uno y otro se reconocen recíprocamente como asociados”. (Juan Pablo II).
Hoy, como nunca, urge un país de todos, para todos y con todos: para reconstruir la república solidaria… (La del Reformador Social). Necesitamos rehacer la Costa Rica que ya hemos tenido.
-A hoy, tenemos 16 años socialdemócratas: dos gobiernos liberacionistas, más dos gobiernos del PAC. Y, casi dos años de un tercer gobierno, que no es del socialcristianismo.
Las y los socialcristianos -en casa no dividida- somos más. Unidos somos y seremos más (teniendo como bandera común, la ética patria en la función pública). Costa Rica, como decía el Benemérito Calderón Guardia, tiene necesidad de: “un movimiento de colaboración en el que todos los costarricenses, como miembros de una misma familia, pongan su contingente de buena voluntad y generoso desinterés”.
Costa Rica necesita: menos exigir cuotas, menos vanidad, y más fraternidad por el bien nacional; (“Seamos capaces de reaccionar con un nuevo sueño de fraternidad y de amistad social que no se quede en las palabras” -Fratelli Tutti-), y también de Francisco I: “que siempre se mire ¡el bien que puede unirnos!”.
Necesitamos más unidad para la acción, más queriendo bienestar humano y ambiental. Se requiere… no el interés egoísta pisoteando el grupal, sectorial, nacional o social. Se necesita más, haciendo… en pro del pleno respeto a la dignidad humana.
-También estoy muy feliz por las mujeres electas (su especial sensibilidad, será ejemplo a emular). Ojalá en próximas justas electorales, sean muchísimo más. Igualmente aplaudo -por su convicción democrática- a las no elegidas.
Además; expectante por el descenso liberacionista (y, que sirva de ejemplo para no copiar lo negativo); y sorprendido por el respaldo al partido de la Ministra de la Presidencia (¿ahí ganó Chaves Robles, y perdieron otros partidos cercanos a la presidencia?).
-Las y los seleccionados (todas las nuevas autoridades municipales) deben estar contentos: ya que tienen el poder de hacer lo positivo por su cantón, lo que será, igualmente, por nuestra Costa Rica.
Y, las y los votantes, continuar con el mismo o más entusiasmo y fiscalizar objetivamente el quehacer del gobierno local; y todas las personas recordar el poder ciudadano para controlar a los partidos y similarmente al Gobierno Nacional (sin olvidar que: “El Gobierno de la República es popular, representativo, participativo, alternativo y responsable. Lo ejercen el pueblo y tres Poderes distintos e independientes entre sí. El Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial.”).
Recordemos: las personas -todas- somos dueñas de los partidos políticos y del Estado; no el Estado y los partidos políticos propietarios de las personas.
En los partidos -el de cada persona- y en el país, debemos caminar juntos… todos por todos.
– “Marchemos siempre unidos, adelante con fe y constancia en el porvenir”. (Juan R. Mora Porras).
(*) Wellington Arguedas Rodríguez
Si, el pueblo habló y ustedes tiemblan, escogieron servirle a una oligarquía vende patria y sometida y pensaron que la gente no iba a ser capaz de ver a través de su hipocresía, como partido el PUSC no es más que una marioneta yanki y por eso es muy ofensivo que ustedes se atrevan a mencionar el nombre de Juanito Mora.
Por último, como dijo el gran Eduardo Galeano “Si las elecciones sirvieran para cambiar algo ya las hubieran prohibido”.
Julio César Madrigal Mora
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El ganador absoluto fue el abstencionismo, con un 70% demostrando la falacia que hoy se aplaude. El TSE ha actuado según sus ligamientos partidarios, donde el PLN, marca la cancha e impone sus reglas. El haber sacado de la voluntad popular a los dos partidos rodriguistas, miles de votantes, nos demuestra el parcialismo que siempre han enarbolado, para tejer y acomodar las fichas de otros partidos, quienes se prestan al juego político. La credibilidad y transparencia se han alejado de ese órgano, por cuanto, existen sendas denuncias y hoy, como ya es costumbre se invisibilizan. He insisto, la fiscalización y control cruzado es una necesidad básica para escoger (selectivas) sospechosas mesas electorales, que como magia es probable, se desechan sus actas, firmas y documentación. La abstención demuestra el malestar popular en general, de nuestros pueblos. Las vacías palabras no pueden anular ese disgusto, de un pueblo abozalado, sin voz ni voto a instar ver sus denuncias. Y eso no se vale.