San José, 13 Feb (DNP).- Tres de cada diez alcaldes y alcaldesas que fueron electos en las elecciones municipales del domingo 4 de febrero tienen entre 30 y 40 años. Este es el grupo etario más numeroso que destaca entre quienes comandarán los próximos gobiernos locales.
Se trata de 29 alcaldes que representan al 34,5% del total. Si se desagrega la estadística se establece que tres de ellos tienen 34 años, incluido el futuro alcalde del cantón de San José, Diego Miranda.
El coordinador del programa Umbral Político, del Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo), José Andrés Díaz, manifestó que es muy positivo el resultado porque demuestra que más personas jóvenes buscan participar activamente en la política comunal. Sin embargo, indica que es necesario realizar un análisis más a profundidad para determinar si la edad es un factor de peso para que el ciudadano determine su voto.
“Lo que sí podría estar pasando es que muchas de estas personas jóvenes tienden a estar más involucradas en grupos comunales, juveniles, deportivos o culturales. Eso puede, de alguna manera, facilitarles la promoción de una eventual candidatura a nivel local, porque los contactos y el vínculo son uno de los factores más importantes en una campaña municipal”, explicó el politólogo Díaz.
Otro aspecto que revela este resultado es que, en apariencia, existe un menor sesgo o temor en darle la oportunidad a personas jóvenes para liderar las alcaldías en sus cantones. “Ya no es como ocurría años atrás, donde el hecho de ser una persona joven se convertía en un estigma para la participación política”, reforzó el experto.
El segundo grupo de edad más grande entre quienes resultaron electos lo conforman quienes tiene entre 51 y 60 años. Un total de 24 personas de este segmento—que representan un 28,57%—del total encabezarán los gobiernos locales a partir del 1º de mayo.
15 alcaldes tienen entre 41 y 50 años, que es la misma edad entre quienes tiene 61 y 70. Solo uno tiene menos de 30 años; corresponde Teddy Osvaldo Zúñiga González, de 28 años, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), electo alcalde por Nandayure, en Guanacaste.
Los de mayor edad, son los alcaldes electos de Desamparados (María Antonieta Naranjo Brenes, 69 años, del Partido Liberación Nacional) y Matina (Walter Céspedes Salazar, 69 años, del PUSC).
El promedio de edad de todos los alcaldes y alcaldesas electos es de 47,7 años. La edad predominante es la de 38 años, donde destacan seis jerarcas municipales.
Junto con el politólogo José Andrés Díaz, se analizaron cinco aspectos relevantes de la pasada contienda electoral:
El abstencionismo
El hecho que se haya registrado un 68,09% de abstencionismo, tras el escrutinio de un 92% de mesas, rompió con la tendencia de reducciones paulatinas luego de cada proceso electoral municipal. Díaz preveía una baja al menos de dos o tres puntos porcentuales, situación que al final no ocurrió.
La última encuesta del Idespo, cuando faltaban cinco días para las elecciones, determinó una reducción en el porcentaje de personas que estaban seguras de ir a votar, con respecto a la encuesta de enero. “Puede ser multicausal el fenómeno de la alta abstención, porque seguimos pensando las campañas municipales como si fueran nacionales. Se necesita más un ‘cara a cara’ de los candidatos con los votantes, conocer a los vecinos, a las fuerzas vivas. Estamos desgastando a la ciudadanía con la lógica de las redes sociales y eso no es suficiente”.
Al respecto, el experto del Idespo hizo un llamado para que los partidos políticos dejen de concebirse a sí mismas como maquinarias electorales que se activan solo en cada proceso y que apelen a lo que denominó la “repolitización de la vida diaria en la comunidad”.
Participación política de las mujeres
El salto de ocho a 22 candidatas electas es un reflejo de la madurez política que le ha abierto más espacios a las mujeres en la participación, aunado a recientes resoluciones como la que estableció la paridad horizontal en puestos como alcaldías y sindicaturas.
Más allá del resultado, José Andrés Díaz estima que se debe avanzar mucho aún en esta materia, hacia un estadio ideal donde la equidad sea la norma y no la excepción. Asimismo, dejó entrever la necesidad de dar seguimiento a la forma en que las nuevas autoridades, cuya cabeza sea una mujer, se vean enfrentadas a situaciones de violencia política, como ha ocurrido en ocasiones anteriores.
Un Gobierno sin representación cantonal
Como un hecho inédito, el partido que está en el Gobierno no tendrá ninguna representación en las alcaldías. Sin embargo, para esta elección se generó una especie de nebulosa, en vista de que los dos partidos que en algún momento asumieron la representación del chavismo, Aquí Costa Rica Manda y Pueblo Soberano, no pudieron participar en la elección de alcaldías y sindicaturas, por incumplimiento de las normas electorales sobre paridad.
Para Díaz este hecho no debe representar ningún obstáculo para el Poder Ejecutivo en términos de gobernabilidad. En las dos administraciones del Partido Acción Ciudadana hubo poca representación, sin que eso reflejara necesariamente un problema para el Poder Ejecutivo de turno.
Un golpe al PLN
La lectura que deja las elecciones municipales genera una contradicción: por un lado, el PLN sigue siendo la principal fuerza política con más apoyo territorial, pero a la vez, es la que más cede terreno.
“Lo que ocurre es que ya no es una estructura tan fuerte como la de otras épocas. Pareciera que el partido no ha tenido la capacidad de retener los liderazgos o de generar nuevos. Además, las bases de Liberación han venido envejeciendo y las personas jóvenes no se han decantado por pertenecer a esta agrupación. Eso está empezando a cobrarle factura y de seguir así, muy posiblemente dentro de cuatro años la situación para el PLN será igual o incluso peor”, enfatizó.
Fenómeno Unidos Podemos
La gran revelación fue el partido Unidos Podemos que saltó de una a nueve alcadías. Para el experto, no se trata—en este caso—de que la actual ministra de la Presidencia, Natalia Díaz sea un motivo de auge en el voto obtenido. “Los últimos estudios de opinión del Idespo han demostrado que no se trata de una figura política conocida en el actual gobierno, ni tampoco está entre las más valoradas por la ciudadanía”.
Desde su percepción, lo ideal es analizar lo acontecido en cada cantón, para validar si se trató de un “efecto de arrastre”, dado que algunos candidatos venían de otras fuerzas políticas, ya tenían montada su propia estructura y por alguna razón propusieron sus nombres bajo la bandera de Unidos Podemos y eso les alcanzara para ganar.