San Salvador, 8 mar (Sputnik).- El panorama para las mujeres salvadoreñas no es tan apacible como sugieren las estadísticas de seguridad que exhibe el actual Gobierno; de hecho, la activista Morena Herrera aseguró a la Agencia Sputnik que la vulnerabilidad es mayor en algunos casos.
«El Salvador continúa siendo un país inseguro para las mujeres y las niñas y en algunos casos esa inseguridad se ha agudizado, sobre todo con la presencia de cuerpos uniformados que transitan en las comunidades, donde actúan con impunidad, ejercen violencia, manifestaciones agresivas; en algunos casos se registran violaciones», dijo Herrera, una de las voces más comprometidas en la lucha por los derechos femeninos en esta nación centroamericana.
El viernes 8 se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer, que en los últimos años se ha transformado en una jornada de movilización de miles de mujeres en reclamo del respeto de sus derechos.
Presidenta de la Asociación Ciudadana por la Despenalización del Aborto en El Salvador, país donde una emergencia obstétrica le ha costado cárcel a mujeres en condición de vulnerabilidad, Herrera alerta sobre los riesgos que perduran y el debilitamiento de las instituciones que deberían garantizar y proteger los derechos de las mujeres.
Recordó que, tras la llegada de Nayib Bukele al poder en junio de 2019, muchas instituciones y programas de gobierno sufrieron recortes de fondos y personal, perdieron protagonismo y capacidad para atender las demandas de mujeres más afectadas por problemas estructurales y culturales, desde el machismo hasta el terror de las «maras» (pandillas).
Un lustro después, y a dos años de la entrada en vigor de un régimen de excepción que puso en prisión a miles de delincuentes –y a no pocos inocentes-, la administración Bukele se ufana de innegables logros en seguridad, que han impactado en la vida cotidiana de salvadoreños que aprenden a vivir sin el miedo a las pandillas.
Sin embargo, Herrera no cree que el país sea más seguro. Al menos no para todos…
«No es cierto que El Salvador sea más seguro para las mujeres. Según ONU Mujeres, seis de cada diez salvadoreñas hemos enfrentado algún tipo de hecho agresivo contra nuestra sexualidad. Además, en el país hay poco acceso a registros actualizados y confiables sobre violencia contra las mujeres, y hay poca información desde el Estado», dijo.
Nominada al Premio Sajárov del Parlamento Europeo por su activismo, Herrera advirtió sobre la amenaza creciente de que sea derogada la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres, normativa que entró en vigor en 2012 y que propone políticas públicas sobre el tema y tipifica delitos como el feminicidio.
A su vez, Herrera refiere que los tribunales especializados de atención a situaciones de discriminación y violencia para las mujeres existen, pero están debilitados y saturados por la demanda.
Conservadurismo y autoritarismo
En su reciente intervención ante un foro ultraconservador en EEUU, Bukele reiteró su oposición a que en las escuelas salvadoreñas se enseñe lo que llamó «ideologías de género» y afirmó que «es imperativo reintegrar a Dios, la moral y el civismo» en el sistema escolar.
Este posicionamiento no tomó por sorpresa a Herrera, quien recordó que hace apenas dos años un espacio educativo fue retirado de la televisión pública y sus responsables despedidos por producir y transmitir un video sobre el respeto a la diversidad sexual.
Para Herrera, las consecuencias de marginar la educación sexual son potencialmente graves, amén de que le niega a los niños, niñas y adolescentes el derecho a una información científica sobre sexualidad.
Asimismo, advirtió que, pese al legado de precursoras como Prudencia Ayala o la doctora María Isabel Rodríguez en el protagonismo político de las salvadoreñas, desde el Gobierno hay una pretensión de que las mujeres vuelvan a un papel doméstico, de cuidadoras.
«No estamos cómodas con esas pretensiones, las mujeres jóvenes salvadoreñas tienen muchas aspiraciones que no corresponden con los mandatos del gobierno y ahí hay una colisión de expectativas», advirtió, y destacó el creciente compromiso de las jóvenes, sobre todo desde el activismo social.
Al respecto, señaló que el Gobierno privilegia sus alianzas con sectores religiosos y conservadores, orientadas a fortalecer a un partido hegemónico, lo cual limita las posibilidades de las mujeres de conseguir una participación más activa en política institucional.
«Pero eso no representa a la sociedad salvadoreña, y menos a sus mujeres», finalizó. (Sputnik)
