La eterna lucha entre los dirigentes de la CCSS y los políticos.
Comenzaré por comentar la viejísima treta del socialismo: “presentar una alternativa sin darla”, para adormecer conciencias. A principios del siglo XX se presentó en Londres la alternativa de baños públicos, pero estos, destinados a los trabajadores, abrían a las nueve y los trabajadores entraban a las seis de la mañana. Corolario: no reclamen, ahí lo tienen.
A principios de los años setenta, cuando el PLN mandaba en Costa Rica, instauraron “la universalización del seguro social”, ley creada por don Mario Echandi Jiménez, desconozco la finalidad porque los hospitales de la JPS cubrían a cabalidad a aquellos que no podían pagar medicina privada y el Seguro Social cubría a los trabajadores.
Poco a poco fueron siendo tomados “los hospitales de la junta”, la CCSS hizo bastantes hospitales en todo el país y antes de comenzar la pensión masiva de los contribuyentes, la dirigencia PLN utilizó (bonos impagables del estado) los dineros del régimen de invalidez vejez y muerte, para sufragar los gastos de enfermedad y maternidad; sin embargo respaldaban programas de gobierno totalmente ajenos a la finalidad de la institución. Aquí, por allá del año 1986 comenzó el descalabro de las finanzas, aunque según estudios notariales serios, la caja “NO ESTÁ QUEBRADA”, necesita orden pero no la han logrado acabar los políticos y algunos gremios.
Hoy por hoy, un gobierno que no sabemos exactamente a qué “amo” obedece, se ha encaprichado con acabar con la única institución imprescindible que tiene Costa Rica, primero poniendo en la presidencia ejecutiva a quien menos debieron haber puesto jamás: con el plus de los salarios sabemos quién es. De hecho lo último que puede importarle a Chaves y su conjunto show, es la seguridad y la salud de los costarricenses.
El neoliberalismo, sistema que nació muerto y cuyo máximo exponente es Oscar Arias (lo recordarán las futuras generaciones por siempre) trató infructuosamente de acabarla de la mano de Doryan, sin lograrlo pero dejando abiertas las venas del sangrado.
No había necesidad de la perversidad con que han actuado muchos gobiernos y gobernantes, no, porque una gran parte de la paz de un país descansa sobre la Seguridad Social. No hay razón para que el sector privado pelee con los trabajadores, en absoluto, si queremos personas competentes, estimulemos en ellos su competitividad.
Es importante mencionar un hecho incontrovertible: la salud es un negocio multimillonario, demasiado rentable y detrás de estos asuntos de la CCSS, está la mano peluda de “algunos perversos”, interesados en lucrar con la medicina.
Voy a ser explícito: tener la infraestructura y mano de obra barata, hacen el cóctel ideal para venderle a los gobiernos la “atención” de todos los trabajadores, privados y públicos.
Todos sabemos quiénes son, pero nadie quiere mencionarlo: es el secreto mejor guardado de la politocracia costarricense.
Me parece, no temo decirlo, que si los costarricenses no defendemos nuestra institución, los mercaderes nos la arrebatan. Quiero aclarar que la idea de esos mercaderes no es comprar la CCSS, es administrarla de manera privada (eso que llaman descaradamente alianzas público privadas) es decir “colocarse como intermediarios”, y los sindicatos ni cuenta se han dado de por donde va la procesión.
(*) Dr. Rogelio Arce Barrantes es Médico
1- A la caja nunca le pagaron los millones prometidos por asumir los hospitales del MSP.
2- Oscar Arias rebajó sutancialmente el porcentaje que el Estado debía girar a la Caja como su contribución a la seguridad social.
3- El gobierno no quiere pagarle a la Caja su deuda billonaria.
4- La CCSS cumple cabalmente con el ideal comunista «Cada quien según su trabajo, de cada quien según sus necesidades», por eso quieren privatizarla y convertirla en negocio privado.
jf