Moscú, 5 abr (Sputnik).- El ejército ucraniano perdió unos 5.075 soldados en una semana, informó este viernes el Ministerio de Defensa de Rusia.
Según el informe semanal del ente castrense, las tropas rusas abatieron a 270 militares en la línea de operaciones de Kupiansk, 2.110 uniformados en la de Donetsk y 1.695 en la de Avdeévka.
Además, Kiev perdió 760 y 240 efectivos en las líneas de operaciones del sur de Donetsk y de Jersón, respectivamente.
En el mismo período se rindieron siete soldados ucranianos, indica el texto.
La entidad castrense también reporta que el ejército ruso logró tomar bajo control la localidad Vodianoe, situado en la República Popular de Donetsk (RPD).
Del 31 de marzo al 6 de abril, las fuerzas rusas destruyeron cinco bombas guiadas francesas Hammer, 91 proyectiles de los sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes Vampire y BM-27 Uragan, así como un cañón autopropulsado Paladin y un obús M777 de fabricación estadounidense, entre otras cosas.
Desde el inicio de la operación de Rusia en Ucrania, las fuerzas rusas han destruido 583 aviones, 270 helicópteros, 18.892 vehículos aéreos no tripulados; 495 sistemas de misiles antiaéreos, 15.691 tanques y otros vehículos blindados, 1.264 sistemas de lanzacohetes múltiples, 8.674 piezas de artillería de campo y morteros y 20.627 automóviles militares especiales, resumió el Ministerio de Defensa. (Sputnik)
Con respecto al período actual, Jesús declaró: «Y cuando oigáis de guerras y disturbios, no se asusten. Primero tienen que pasar estas cosas, pero el cumplimiento [de la señal] no será de inmediato» (Lucas 21:9). La guerra nuclear global, (este será el cumplimiento de la señal de Jesús), comenzará con un conflicto étnico (Lucas 21:10). En el libro de Daniel leemos: «Y [el rey del norte = Rusia desde la segunda mitad del siglo XIX. (Daniel 11:27)] volverá a su tierra con grandes riquezas [1945], y su corazón será contra el santo pacto [la hostilidad hacia los cristianos]; y actuará [esto significa alta actividad en el ámbito internacional], y se volverá a su tierra [1991-1993. El colapso de la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia. Las tropas rusas volvieron a su país]. En el tiempo señalado volverá [esto significa guerras y disturbios (Lucas 21:9). Las guarniciones rusas volverán a los lugares donde estaban estacionadas anteriormente. Y esto se aplica no sólo a Ucrania. Esto significa también la ruptura de la UE y la OTAN. Los antiguos aliados del Bloque del Este volverán a la alianza estratégica con Rusia]. Y entrará en el sur [este será el comienzo de la guerra nuclear global], pero no sucederá como antes y como más tarde [estas operaciones militares no conducirán a una guerra nuclear global. Esta guerra sólo comenzará algún tiempo después del regreso del rey del norte. El detonador será el conflicto étnico (Mateo 24:7)]. Entonces vendrán contra él los habitantes de las lejanas costas de Quitim [el lejano Occidente (EEUU)], y (él) se derrumbará [mentalmente], y dará marcha atrás» (11:29, 30a). Será una masacre mutua. Esta vez será una guerra mundial no sólo por su nombre. La paz será arrebatada de la tierra. También se utilizará la «espada de gran poder» (Revelación 6:4). Jesús lo caracterizó de esta manera: «Cosas aterradoras [φοβητρα] a la vez [τε] y [και] extraordinarias (relacionadas con fenómenos inusuales) [σημεια] del [απ] cielo [ουρανου] poderosas [μεγαλα] habrá [εσται]» (Lucas 21:11). Como resultado, habrá temblores significativos a lo largo y ancho de las regiones (de importancia estratégica), y hambres y pestilencias.
Algunos manuscritos antiguos contienen las palabras: «και χειμωνες» – «y heladas».
La Peshitta Aramea: «וסתוא רורבא נהוון» – «y habrá grandes heladas», lo que más tarde llamamos «invierno nuclear».
En Marcos 13:8 también hay palabras de Jesús: «και ταραχαι» – «y desórdenes» (la falta de orden público).
La Peshitta Aramea: «ושגושיא» – «y confusión» (sobre el estado de orden público).
Esto no será el Armagedón. «Todo esto será apenas el comienzo de los dolores del parto» (Mateo 24:8; véase Isaías 5:24, 25). También será el comienzo del día del juicio de Dios. (Revelación 1:10) Esto no ocurrirá dentro de poco, sino de una manera repentina [εν ταχει] (Revelación 1:1). Aún hay tiempo para reconciliarse con Dios.