viernes 3, mayo 2024
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El no ganador de los debates fue…

Los debates finales, normalmente son un insumo para decidir por quién votar. Es una oportunidad también para posicionar el mensaje, convencer a los indecisos, y dejar una impresión final en el electorado. Con dicho objetivo, tanto Repretel como Teletica organizaron sus respectivos debates los días 4 y 5 de enero. Los invitados e invitada fueron los candidatos y la candidata que se colocan en los primeros seis puestos de intención de voto (según El Centro de Investigación y Estudios Políticos, CIEP). A continuación les compartimos nuestras apreciaciones, y muy importante, les diremos quién consideramos lo perdió.

Lo que no se “ve”

Para el debate de Repretel, Figueres, Saborío y Alvarado intentaron no arriesgar nada y mantener su base. En ese sentido el que más se “cuidó” fue Figueres. En el bloque compuesto por Feinzaig, Villalta y Chaves hubo mayor libertad de ser críticos con lo que ellos llaman ‘partidos tradicionales’.

Al tener un formato abierto, el debate de Teletica propició la lógica de ataque-defensa. Esto hizo que a los candidatos y la candidata les correspondiera mantenerse a cargo de la discusión. La poca intervención del moderador fue clave en la fluidez del debate.

Por parte de los candidatos, hubo una lógica inclinada a resaltar las debilidades de cada uno de los contrincantes: el acoso sexual de Rodrigo Chaves, la polémica gestión de José María Figueres (1994-1998), la inhabilitación de Eliécer Feinzaig en el Consejo Técnico de Aviación Civil, o la falta de posturas claras de Lineth Saborío.

La estrategia principal se puede resumir así: posicionarse en la mente del votante, colocar un mensaje final, y atrapar indecisos. 

Temas tratados y ausentes

En ambos debates se plantearon algunos temas relevantes. Entre ellos están la educación, reactivación económica, y corrupción. En varios momentos las preguntas recayeron en cuestionar el pasado de los contrincantes en la función pública.

Por otro lado, en ambos debates ‘brillaron por su ausencia’ aspectos como  ambiente, transporte público, cultura, y salud. Las pocas menciones que hubo fueron “por encima”. Esto se podría explicar por la necesidad de centrarse en algunas áreas de interés “actual”, razones de tiempo y formato del debate, pero también porque hay temas que muchos candidatos y candidatas normalmente conocen poco o nada, como lo es Cultura y Deporte.

Un tema que no se abordó a plenitud en ninguno de los dos debates, y que es importante para el desarrollo del país, es la investigación científica y tecnológica. La investigación, en su totalidad, ha sido omitida tanto en los debates como en algunos planes de gobierno.

El empleo joven fue un tema presente dado el porcentaje de la población desempleada. La referencia a dicha materia también se puede explicar por la necesidad de “enamorar” a un segmento de la población que no es fácil de llevar a las urnas. No obstante, no hubo mención a las personas de edad media que no cuentan con empleo y que el aparato institucional no les brinda las mismas facilidades para tener acceso a cursos para actualizarse y para ser más competitivos laboralmente.

Un tema que no se abordó con claridad fue la banca estatal. Los candidatos Fabricio Alvarado y José María Villalta mencionan que los bancos del Estado no están al servicio de los costarricenses ni de sus intereses, y que optar por un préstamo es un proceso arduo y complejo. Los candidatos quieren revertir esta situación. No obstante, no especifican de qué forma hacerlo, y si la banca estatal se volverá más amigable con la ciudadanía.

Suelten los toros

En el debate de Repretel los ataques fueron pocos. Por un lado se vio a Figueres Olsen con un despliegue de muecas de naturaleza burlesca. Estas parece que fueron pensadas para originar memes y dar de qué hablar. Y por otro lado Villalta atacó a Chaves con el tema de conductas de naturaleza sexual inapropiadas.

Otros cuestionamientos giraron en torno a debilidades del plan económico de Fabricio Alvarado, la orientación ideológica de José María Villalta, así como la capacidad de Lineth Saborío para concretar respuestas.

Ahora, si bien es cierto una dosis de ataque es prácticamente inevitable en este tipo de encuentros, el recurrir a los ataques personales evidenció una intención inequívoca de rebajar a los demás contrincantes. El debate quedó debiendo en el terreno del diálogo, la ecuanimidad, y principalmente en ahondar el ‘cómo’ se realizarían las propuestas centrales. Sorprende por tanto que después de múltiples debates previos, la mayoría aún se mantenga en la senda del ‘show mediático’. Con ello lo que hicieron fue darle medicina a un muerto. Salvo algunos instantes, el buen juicio se ausentó.

Embestidas

En esta materia destacan las de Canal 7. Candidatos como Figueres o Chaves, aunque no fueron los únicos, atacan y/o desprestigian si se encuentran con oposición. A Lineth Saborío se le dijo:

Figueres: Con todo respeto, lo que usted menciona son atributos que las y los costarricenses esperamos de todos los gobiernos.

Chaves:Usted debería tener la capacidad intelectual de leer la parte resolutoria de un fallo judicial.

En el caso de Figueres, la candidata se molestó por la ironía con la que el candidato utiliza la palabra ‘respeto’, pues el hecho de decir ‘con todo respeto’ no le salva del sarcasmo que contuvo la expresión. Por lo demás, la observación de Figueres hacia Saborío podría considerarse válida.

La expresión de Chaves ciertamente se pasó de tono y faltó asertividad. No obstante, bajo el contexto en que se dió el altercado, la intención del candidato apunta a que Saborío no se molestó en estudiar el documento completo, centrándose en lo que le más le servía para atacar.

En el caso de Fabricio Alvarado, promete en abundancia y no ahonda en el cómo lograría cumplir. Esto le puede restar credibilidad. También se observa que responde de manera agresiva si se le intenta confrontar. Al candidato Chaves le manifestó:

“…Tendría que sentarlo a usted con nuestros economistas, que a diferencia suya sí se pueden reunir con el Banco Mundial, por ejemplo. Usted no puede hacerlo porque tendría que avisar con anterioridad para que las mujeres se alejen un poquito…”

Cuitear de más sobre el palo del gallinero

En los debates políticos es habitual el ataque a las debilidades del candidato opositor. Esto no es lo más efectivo. Así por ejemplo, en el debate de Repretel, el candidato Figueres Olsen desplegó miradas de burla y otro tipo de expresiones faciales descalificadoras hacia varios de sus contrincantes, principalmente hacia Lineth Saborío. Situación similar se dio en el debate de Teletica, pero en el plano verbal.

Entre los candidatos que destacaron por tonos altisonantes se encuentran Fabricio Alvarado, Rodrigo Chaves, José María Figueres y José María Villalta. Un ejemplo fue el candidato de Nueva República cuando mencionó que su partido es la agrupación de la “esperanza”. Lo cual lo expresa como si le prometiera al electorado la gloria eterna. Otro ejemplo fue el candidato verdiblanco, quien elevó el tono de voz al intentar defender el cierre del Banco Anglo y de los ferrocarriles. Ciertamente algunos aspirantes desplegaron este comportamiento más que otros, pero la agresividad fue la tónica.

Lo anterior evidencia que estuvimos ante repetidas instancias de mal humor, formas camufladas de violencia verbal, y enojo. Todo ello se puede considerar como descontrol emocional, lo cual poco ayuda a que las personas votantes puedan concentrarse en las propuestas y tomar decisiones donde el componente emotivo no sea un parámetro obstaculizador. Y es que no solo se puede ver mal ‘el atacado’ sino también ‘el atacante’. Así las cosas, en el debate de Teletica se infringieron los límites de lo que pudo ser un ataque político mejor pensado.

El ataque político, en gran medida, se centró en acaparar el voto femenino del rival.  Es decir, la mayoría de los contrincantes se disputaron un lugar en la mente de un mismo segmento del electorado, en este caso las mujeres. A la búsqueda de dicho objetivo, destacó una encarnizada guerra sobre uno de los candidatos que más ha crecido. Nos referimos a Rodrigo Chaves, quien, según el CIEP, pasó del 2% en agosto del 2021 al 5.8% a finales de enero del 2022. En el caso de Demoscopia, a pocos días de la elección, Chaves obtiene un 11. 8%, ubicándose en el segundo lugar después de Figueres Olsen.

Ahora, desde el punto de vista de la mayoría de los candidatos y la candidata, el ‘punto débil’ de Chaves son las acusaciones por comportamientos de naturaleza sexual no apropiados. De ahí que, repetidamente, se trajo el tema hasta donde más no se pudo. Puede que el objetivo de quitarle votos a Chaves haya funcionado. Eso se sabrá con los resultados. Pero también puede que no resulte efectivo. ¿Por qué?

Chaves ya tenía claro cuál era su ‘punto débil’, y al saber por dónde vendría el ataque, intentó por todos los medios posibles de defenderse. Por otro lado, los seguidores de Chaves saben cuál es su punto débil y, a pesar de su debilidad, le apoyan. De ahí que podríamos esperar que sus simpatizantes se activen y respondan.

En el debate de Teletica faltó el ataque inteligente a las ‘fortalezas’ del candidato, lo cual es algo completamente diferente. En este sentido, la gran mayoría de los candidatos y la candidata fallaron, pues en innumerables momentos se dedicaron a tirarse lo que popularmente conocemos como ‘trapos sucios’. Faltó el deseo de repuntar por méritos propios. No es de sorprender entonces que entre la ciudadanía haya opiniones desfavorables hacia los partidos políticos. De acuerdo con mediciones del CIEP, para abril de 2021, los partidos políticos costarricenses contaban con un 87% de no simpatía.

¡Apláudanme por favor!

Con respecto a lo que dicen los candidatos y la candidata de sí mismos y sí misma, podemos observar algunos patrones en sus respuestas. Figueres enaltece hazañas de antaño y se vale de su apellido para posicionar la marca y el mito Figueres. “El Figueres que está en el cielo, con un grupo de personas valientes abolió el ejército. Este Figueres, con otro grupo de personas valientes, va a abolir la exploración y explotación del carbón, el petróleo, y el gas”, nos dice.

Fabricio, por su parte, repite el nombre de Nueva República en cada intervención que pueda. Su estribillo marea. Villalta se refiere al Frente Amplio como la única y mejor opción para las personas vulnerables. Se vanagloria de contar con el plan de gobierno más completo, el que cuenta con más propuestas a diferencia de los otros candidatos. En una línea similar se ubican Chaves y Feinzaig.

Un minuto de silencio

Si hay un candidato que encaja bajo esta expresión de luto es Welmer Ramos del Partido Acción Ciudadana. Con escaso 0.3% de la intención de voto (según la más reciente encuesta del CIEP) sorprende que haya sido invitado al debate Repretel, mientras que otros, como Rolando Araya (en el séptimo lugar de intención), no. ¿Suficiente mérito ser del oficialismo? Ramos flaqueó en la pregunta de convenciones colectivas, como en muchas otras, y básicamente usó las intervenciones para reiterar que el Estado le compre a los nacionales.

La mayor parte del tiempo sufrió al estructurar respuestas, se trababa al hablar (restando persuasión), y a leguas se podía percibir la angustia que le provocaba “debatir”. En esencia es un candidato que no evolucionó en su estilo de comunicarse con el votante. ¿Y quién dijo que ‘las formas’ no son importantes en política?

Ramos ha repetido -hasta el cansancio- que el PAC a última hora repunta y gana, como si la “buena suerte” a él le acompañará así no más. A fin de cuentas, la estrategia parece haberse centrado en intentar “pescar” unos cuantos votos para llevar un congresista a Cuesta de Moras, a lo sumo. Por lo demás, la fracturación total del PAC podría ser sólo cuestión de tiempo, pues el Éxodo hace mucho comenzó.

Urgen cambios

En términos generales, los candidatos no se tomaron a la ciudadanía con la seriedad que ésta merece. En algunos casos, hubo constantes interrupciones, ataques y un aire de soberbia. Ello contribuyó a que las propuestas se vieran empañadas. Puede que los candidatos y la candidata hayan logrado robar votos unos a otros, pero al fin y a cabo, se puede argumentar que quienes perdieron fueron los y las costarricenses.

En aras de generar espacios de propuesta y de menor polémica, consideramos que el Tribunal Supremo de Elecciones podría valorar ser la entidad que cierre los debates a pocos días de la elección. Eso requeriría un mejor planeamiento por parte del TSE, de manera que se le asegure a la población un formato donde se expongan con buen detalle las propuestas. Puede que esta propuesta sea considerada poco convencional, pero como dijo Mark Twain:

“Un hombre con una idea nueva es un loco hasta que la idea triunfa”.

(*) Autores del estudio: Fabián Fonseca Rojas, Marlon Segura Morera, y Diego Vargas Sanarrusia

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