Ciudad de Panamá, 3 mar (Prensa Latina) El deterioro de los planteles, el hacinamiento de alumnos en escuelas públicas y el alto costo de útiles escolares son problemas que el Gobierno panameño está lejos hoy de resolver, aseveró un dirigente social.
De acuerdo con Genaro López, de la alianza Pueblo Unido por la Vida, uno de los colectivos que integró el año pasado la mesa única de diálogo con el Ejecutivo, aun se mantiene pendiente el acuerdo de elevar la asignación a este sector del 6,0 por ciento del Producto Interno Bruto.
En su más reciente artículo de opinión, el excandidato presidencial en 2014 y líder histórico del Sindicato de los Constructores, afirmó que a pocos días de comenzar el curso lectivo, el próximo lunes, se acumulan males que estimó crónicos, como consecuencia de políticas gubernamentales plegadas a la visión neoliberal, que ve la educación como una mercancía no como un derecho.
Según su análisis, muchas escuelas del istmo no cuentan con las condiciones materiales mínimas.
También apuntó que la migración de los estudiantes de centros privados a públicos – más de 14 mil -se corresponde con la pérdida de poder adquisitivo de los salarios.
A esta altura, señaló, padres de familia denuncian que decenas de estudiantes no encontraron matriculas en algún plantel del país, algunos inscribieron a sus hijos en centros distantes a sus hogares.
Panamá, Colón, Panamá Oeste registran un déficit en el número de aulas y escuelas para atender a la población escolar de este año y se anunció en varias instituciones que las clases no iniciarán el 6 de marzo.
De otra parte, rechazó el alto costo de algunos útiles escolares como otro de los dilemas que enfrentan las familias, a lo se suman irregularidades detectadas por la autoridad en defensa del consumidor con precios adulterados.
El Gobierno, que prometió que “la educación sería la estrella”, ha profundizado las precariedades, al no destinar recursos adecuados, consideró López.
En ese sentido, demandó al Ejecutivo cumpliera con los acuerdos de las conversaciones iniciadas en la ciudad de Penonomé (Coclé), a mediados de 2022, tras los más contundentes estallidos sociales registrados en los últimos 30 años.
Proporcionar una infraestructura escolar adecuada a las niñez y adolescencia representa una de las principales deudas pendientes e impostergables del sistema educativo, remarcó.
Requerimos una educación capaz de desarrollar aprendizajes significativos, asegurando a todos una base cultural común, lo que para las agrupaciones populares significa garantizar vida digna, dijo.
