Ciudad de Guatemala, 3 may (Prensa Latina) Una encuesta para el diario guatemalteco Prensa Libre tiene hoy al borde de un ataque de nervios a varios candidatos hasta ahora punteros y con gran confianza.
Después de varias semanas en que los sondeos -más o menos creíbles- mantenían en la cima de la popularidad a Zury Ríos, aspirante presidencial de la coalición Valor-Unionistas, la tortilla, como dice un refrán, se viró de golpe, tanto que la firma ProDatos la ubicó a la cola del pelotón de los cuatro más favorecidos.
La portada de Prensa Libre con una infografía del momento dibujado por el test, colocó en primer puesto a Carlos Pineda del partido Prosperidad Ciudadana (PC) con un 23,1 por ciento de votos si los comicios se hubiesen celebrado ayer.
Mayor ventaja (28,3 por ciento) alcanzó días antes el millonario empresario y piloto en un ejercicio de opinión por Nuestro Diario, que consultó entre sus lectores la opción más viable para ocupar la jefatura de Gobierno.
En la reconfiguración se mantiene como segunda, con 19,5 por ciento, la perseverante Sandra Torres, quien se postula por tercera ocasión y dos veces perdió en balotajes, en nombre de la Unidad Nacional de la Esperanza y un discurso que revive los supuestos logros y experiencia de la organización bajo el gobierno de su expareja Álvaro Colom.
El tercer lugar fue para Edmon Mulet (10,1 por ciento), hasta ahora cuarto en la ecuación, mientras que Ríos pasó a ocupar su puesto con 9,5 por ciento de la intención de voto nacional, seguida de Manuel Conde en representación del oficialista Vamos (cinco por ciento).
Aunque ilustrativa, la primera medición de Prensa Libre demuestra algo repetitivo en el ajedrez electoral y es un gran hastío ciudadano que más tarde se demuestra en las urnas como sucedió en 2019, cuando Alejandro Giammattei fue electo con el mayor por ciento de abstencionismo.
Y si bien son muchos los cuestionamientos sobre la encuesta de marras, no deja de preocupar el panorama a solo siete semanas para que más de 9,3 millones de guatemaltecos acudan a las urnas a elegir Presidente, Vicepresidente, diputados al Congreso y al Parlamento Centroamericano, así como 340 corporaciones municipales.
La escalada de Pineda estalló las redes, las mismas que utilizó y utiliza para llegar a más gente, pues como dijera el periodista Mario Rosales, el aspirante por primera vez al máximo puesto entró con @72_cpineda de la mano de TikTok, mientras muchos de sus adversarios siguen con campañas al estilo de 1995.
Para aprovechar el momento feliz, agradeció desde Twitter a todos los «amigos» que lo apoyan a él y a su partido, y se sumaron a lo que calificó como «revolución electoral».
«¡Ayúdame a compartir y llevar el mensaje de boca en boca, ganemos sin financistas, sin campañas millonarias para que el único compromiso sea con el pueblo de Guatemala!» expresó en la publicación, sin apuntar esta vez que la encuesta podría estar manipulada como antes hizo cuando no tuvo los resultados esperados.
Por el momento, los 23 binomios presidenciales arrecian sus campañas con viajes a los departamentos para captar seguidores, sobre todo los fines de semana, y ya comienzan a verse más entrevistas por la televisión con pinceladas de las futuras propuestas de Gobierno si llegaran al poder «para salvar a Guatemala».
¿Se mantendrá Pineda en la preferencia?, ¿Podrá sacar Mulet a Torres del próximo balotaje? ¿Recuperará Ríos el terreno perdido?, son preguntas que en política y fútbol se responden hasta el último minuto, el 25 de junio.
Para la politóloga independiente Marielos Chang, en el caso de Guatemala hay que entender el contexto, pues las dos principales mujeres en la contienda previo a la aparición de Pineda eran reconocidas, pero con un alto grado de percepción negativa.
Representan, aseguró, más de lo mismo y la gente está cansada de eso, además, sacaron a otros candidatos antisistema que estaban creciendo en las encuestas, Thelma Cabrera y Roberto Arzú, quienes quedaron fuera de la pugna por la silla presidencial.
