Montevideo, 8 jun (Sputnik).- El consumo de agua en botellas y bidones creció un 224 por ciento en mayo, con respecto al mismo mes del año pasado, como resultado de la crisis hídrica que afecta al país por la sequía que aún mantiene secos los principales reservorios y que obligó a aumentar la salinidad y los cloruros de la red pública.
«El mes de mayo cerró con un crecimiento de 224 por ciento vs mayo del año anterior» en compras de botellas y bidones de agua potable, indicó la empresa que vende equipamientos para pagos electrónicos Scanntech.
Según dicho estudio, que parte del análisis de los pagos electrónicos hechos por habitantes de los departamentos de Montevideo y Canelones (sur), el mayor crecimiento se dio en botellas de agua sin gas, que se multiplicó por 5,7 con relación a mayo de 2022, seguido por bidones, cuyas ventas se triplicaron.
En tanto, la compra de botellas de aguas con gas creció un 105 por ciento.
Las zonas norte y oeste de la capital, de bajo contexto socioeconómico son las que registraron mayores consumos.
El estudio también determinó que las personas asignan 30 por ciento más de presupuesto a la compra de agua y en el 38 por ciento de sus compras se llevan «dos unidades o más de agua», lo que duplica los valores de abril.
Asimismo, también aumentó 50 por ciento la cantidad de tickets que se llevan solo agua embotellada, según la pesquisa de Scanntech, que se realizó sobre 1.700 puntos de venta de un total de 6.000 que integran su sistema.
Por el alza del consumo, la empresa estatal Obras Sanitarias del Estado (OSE) adquirió un software para que, por medio de una app, los usuarios puedan adquirir agua embotellada, a crédito o subsidiada, en la red de comercios una vez que se agoten las reservas.
Reservas en rojo
OSE prevé que a fines de junio o principios de julio Montevideo y su área metropolitana se quedarán sin agua si no se producen precipitaciones de consideración.
La sequía en el dique del Paso Severino, en el departamento de Florida (centro sur), principal abastecedor de esta capital, hace que las reservas estén en crisis, por lo que la empresa tendrá que distribuir agua completamente salada, extraída del Río de la Plata, que técnicamente es un estuario conectado al océano.
«El horizonte (de reservas en Paso Severino) es finales de junio, principios de julio. Si no hay lluvias significativas estaríamos en un escenario de abastecimiento solo con agua del Río de la Plata», explicó al periódico El Observador el director de OSE por el partido opositor Frente Amplio, Edgardo Ortuño.
En los departamentos de Montevideo, Canelones y Lavalleja viven el 60 por ciento de la población de Uruguay. (Sputnik)
