Ciudad de México, 23 jun (Sputnik).- Los recientes ataques contra comunidades indígenas zapatistas y los incendios deliberados de parcelas agrícolas en el sureño estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala, no son graves ni extendidos, dijo este viernes el presidente Andrés Manuel López Obrador.
«Existen problemas con los antiguos adversarios, que se crearon incluso al interior de la misma organización, pero tampoco es un asunto extendido, grave; y no lo deseamos, vamos a ayudar en todo lo que podamos para conseguir la paz», dijo el jefe del Ejecutivo en una gira por esa entidad fronteriza con Guatemala.
Organismos civiles defensores de derechos humanos han denunciado esta semana nuevos ataques contra comunidades zapatistas, con disparos de armas de fuego de largo alcance e incendios provocados en las parcelas de la agricultura de subsistencia, en la empobrecida región Moisés Gandhi, municipio de Lucio Cabañas de Chiapas.
«No ha habido agresiones en general, hay algunos casos, pero no es una acción deliberada, una embestida», atajó el gobernante en conferencia de prensa ofrecida en el cuartel de la Séptima Región del Ejército, en la capital de la entidad sureña, Tuxtla Gutiérrez.
Las denuncias apuntan a la Organización Regional de Caficultores de Ocosingo, enclavada en la zona donde en 1994 se alzaron en armas comunidades indígenas organizadas por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que durante 25 años han ejercido el autogobierno en lo que fue la zona del conflicto, que ahora se disputan organizaciones criminales que trafican drogas y personas.
«Tranquilidad» en Chiapas
En la presentación de un informe de seguridad en la frontera sur, el jefe del Ejecutivo federal dijo que su administración está atendiendo los conflictos en los municipios Frontera Comalapa -a pocos kilómetros de la línea fronteriza- y Chenalhó, cerca de la ciudad de San Cristóbal de las Casas, donde habitan indígenas tzotsiles.
«En general hay paz y tranquilidad en Chiapas; y un ejemplo bastante ilustrativo, es lo de Ocosingo: ahí vemos que no tenemos muchos problemas en lo que tiene que ver con enfrentamientos en las comunidades», subrayó.
No obstante, minimizó la violencia: «hay cuestiones que nosotros lamentamos mucho, a veces hay enfrentamiento de grupos, pero estamos atendiéndolos».
Para encarar los conflictos en la región poblada en su inmensa mayoría por indígenas de las etnias tseltales y tzotziles, la Guardia Nacional busca que dialoguen la comunidades y llegue a acuerdos: «no hay represión y vamos avanzando», insistió.
El gobernante recordó que en las tres elecciones presidenciales en las que ha competido, la postura de los zapatistas ha sido llamar a la abstención, por su desconfianza de los partidos políticos.
«No olvidemos que cuando nosotros estábamos luchando para lograr el cambio, esas organizaciones se oponían a nosotros, llamaban a no votar y eso redituó en beneficio de la mafia», manifestó el presidente, al afirmar que esa postura impedía el triunfo de su movimiento.
López Obrador reconoció que tiene diferencias con los dirigentes zapatistas que surgieron con el levantamiento armado encabezado por el encapuchado Subcomandante Marcos, al tiempo que reconoció que fue un movimiento esperanzador.
«Podemos estar o no de acuerdo con el movimiento zapatista, pero es indudable que en su momento fue una luz, un rayo de esperanza, fue un llamado de atención para voltear a ver a los desposeídos, a los pobres, esto no se puede regatear», puntualizó.
Finalmente, insistió en sus críticas a las organizaciones de la sociedad civil y defensoras de los derechos humanos, encabezadas por la iglesia católica en Chiapas.
«No nos ven con buenos ojos, así de claro. Era legítimo que pensaran que la única alternativa era la vía armada, que por la vía pacífica no se iba a poder; y consideraban que nosotros éramos falsarios, llegaron a cuestionarnos muy fuerte. Entonces, no han cambiado en eso», zanjó.
Por su parte el titular de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval, dijo que los delitos de alto impacto en Chiapas van a la baja.
En Chiapas se registraron 36 homicidios dolosos en mayo, con lo que el estado se colocó en la posición 26 de 32 entidades en incidencia de esos crímenes, y suman 180 en lo que va del año, comparado con 377 asesinatos cometidos en todo 2022. (Sputnik)
