Montevideo, 13 jul (Sputnik).- Uruguay debe tener como prioridad el agua para consumo humano antes de destinarla a usos industriales, dijo este jueves un grupo de expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
«Dada una considerable disminución en la calidad del agua, el gobierno del país sudamericano ha instado a la población a comprar embotellado el líquido vital. Un grupo de expertos en derechos humanos advierte que esa medida supone un riesgo de privatización de facto del agua para el consumo humano y recuerda que este uso está por encima de cualquier interés empresarial», dijo la ONU en un comunicado, publicado en su página web.
Destacó que el 60 por ciento de la población de Uruguay enfrenta un problema con el agua potable, cuya calidad «ha disminuido llegando a niveles alarmantes de salinidad en su composición».
«Los niños y adolescentes, las mujeres embarazadas y las personas que padecen enfermedades crónicas, al igual que otros grupos vulnerables, son los más afectados», agregó.
Valoró que el Gobierno uruguayo recomendó reducir el consumo de agua en los hogares, pero «no ha aplicado las mismas restricciones a los consumidores a gran escala, incluidas las industrias que utilizan agua para la producción».
«Los relatores especiales recordaron que si bien los altos índices de sal se atribuyen al fallo de infraestructura hídrica agravada por periodos sin lluvias anormalmente largos, el problema subyacente es la sobreexplotación del agua, especialmente por parte de algunas industrias en el país», indicó la ONU.
Afirmó que las concesiones a industrias intensivas en agua están «contaminando y generando escasez» en el país.
«El agua para el consumo humano representa apenas el 5 por ciento del suministro total de agua potable. Por lo tanto, no priorizar su uso es inaceptable», enfatizaron los expertos.
Los relatores especiales señalaron que el gobierno ha trabajado para reducir los impuestos al agua; sin embargo, puntualizaron que lo primordial es garantizar que todas las personas puedan acceder al agua necesaria para la vida.
El 20 de junio, el presidente Luis Lacalle Pou decretó la emergencia hídrica en Montevideo y el área metropolitana, que comprende la capital, Canelones y San José (sur), ante una prolongada falta de lluvia que afecta la cantidad y calidad de agua que llega a la población, con altos niveles de cloruros y de sodio, y un gusto salobre.
Además, el Gobierno decretó la exoneración de impuestos para el agua embotellada. (Sputnik)
