Columna Poliédrica
Cuando hay crisis fiscales, las actividades que más sufren son las relacionadas con el sector social. La educación y la salud pública, por ejemplo, requieren del financiamiento por medio de los impuestos; el problema se agrava cuando la estructura impositiva es regresiva, es decir, está sustentada en impuestos indirectos que afectan a ricos y pobres por igual, independientemente del ingreso económico de cada persona.
El problema es más complicado cuando, adicionalmente, los ingresos del Estado se ven menoscabados por una cultura de elusión, evasión y no pago de los impuestos. Este problema en la actualidad ha quedado absolutamente de lado porque al gobierno de la República no le intersa entrarle a este asunto, se trata de una conducta que beneficia a las personas de mayores ingresos y que se escudan en balances contables totalmente maquillados.
La paradoja de toda esta dinámica es que el deterioro de la educación y salud pública perjudica a los más pobres. Las personas que no tienen ingreso para pagar la educación y la salud privada, son los que requieren de una educación y salud pública fuerte; sin embargo, hay grupos de interés que están empeñados en limitarla o desaparecerla, todo ello con el propósito de beneficiar sus negocios en estas áreas de la actividad de la sociedad.
Lo mismo se puede decir en otras actividades relacionadas con las telecomunicaciones, la energía, el agua potable, en fin, todas aquellas que pueden convertirse en un negocio lucrativo. Nadie está descubriendo el agua tibia como se dice popularmente, todos estos procesos ya se han dado en varios países de América Latina; en otras palabras, también en otras latitudes se han dado la privatización de los servicios públicos y ello ha dado como resultado el empobrecimiento de las poblaciones.
Quienes han leído la historia de la humanidad saben cuál es el desenlace del empobrecimiento de la población de los Estados. Llega un momento, nunca se sabe cuándo, en que las personas ya no aguantan más y se da una explosión social que genera mucho sufrimiento, otra vez, para los que menos tienen; los platos rotos siempre los pagan los que tiene poco o nada, los que tienen ingresos se van de los países y luego vuelven para seguir su vida como si nada hubiese ocurrido.
Hemos llegado al punto en que le han metido en la cabeza a las personas que la educación y la salud pública es un gasto. El discurso siempre fue que la inversión extranjera venía a Costa Rica, por ejemplo, por el nivel educativo del costarricense; no obstante, eso se convirtió en una frase retórica de los políticos que defienden los intereses de los grupos que han vendido esa idea en los últimos treinta y cinco años, ya que con eso se ocultaba el deterioro de la educación pública costarricense.
El reciente informe sobre el estado de la educación en Costa Rica es contundente. Hay personas que tienen la idea que el problema es solo en la educación pública y que si una persona va a la educación privada no se verá sometida a las deficiencias que señala el informe; sin embargo, esa idea es absolutamente incorrecta, al ser planteada como un negocio, la educación privada también tiene deficiencias importantes, pero estas no salen a la luz porque esas instancias se niegan a ser observadas y a entregar información para este tipo de investigaciones.
No podemos permitir que la educación y la salud pública la sigan deteriorando, porque quienes se quedarán sin nada son los que menos tienen.
(*) Andi Mirom es Filósofo
andimirom@gmail.com
columna poliédrica.blogspot
Evidentemente no es un problema nuevo, los gobiernos de las últimas décadas de corte liberal, han hecho todo lo posible por ir cercenando recursos a la educación pública y a la salud.
Y para acabar con este desgobierno que lo hace todavía más descaradamente y sin siquiera sonrojarse, para empezar ponen de ministra de Educación a una representante de la educación privada, de una familia que se han hecho más millonarios a través de sus casas de «estudios» que son sus negocios.
En la salud no es diferente, hay muchos intereses por despojar a la CCSS para que sus servicios sean cada vez más malos, para así hacer que tengan más ganancias los de los negocios privados.
Este gobierno es de los más mentirosos que han habido, tiene a un grupo de seguidores, pobretones, incultos, sin educación que parecen focas amaestradas, y que se han creído que el presidente lucha por los pobres, cuando lo que se ve es el favorecimiento a la mafia de siempre, pero desde otro extremo, pero mafia oligárquica al fin.
Me contaba un catedratico de Harvard , me encanta visitar CR es como vivir en los estados de West Virginia y Mississippi los mas pobres de los EEUU, las personas son excepcionales y la tranquilidad es interminable. Lastima que solo voy por una semana.
Ya en los años 80s se cometió el grave de rebajar los recursos destinados a las áreas de educación y salud . Esto debido a presiones en las negociaciones con el FMI. Todavía hoy sufrimos la consecuencias de este gran error. Sobre todo porque miles de jóvenes se vieron obligados a abandonar las aulas , provocando gran pobreza y el gran desempleo estructural , que hasta hoy nos afecta. Además de los retrocesos quese provocaron en salud. Hoy tenemos un gobierno que está empeñado en repetir esos errores. Se hace absolutamente necesario que , los entes correspondientes ( la AL, Sala IV , Defensoria , opinion publica y los ciudadanos ).hagamos lo necesario para cambiar y frenar esta
situación.