Tokio, 4 Sep. (EUROPA PRESS) – El Tribunal Supremo de Japón ha avalado este lunes el plan del Gobierno para reubicar la base militar del Ejército de Estados Unidos en la prefectura de Okinawa, donde ya se encuentra, después de rechazar el recurso presentado por las autoridades locales de la isla.
Así, ha respaldado el fallo del Tribunal Superior de Fukuoka, que ya daba la razón a las autoridades y pedía al gobierno local la aprobación de las modificaciones necesarias para sacar adelante la medida.
El gobernador de Okiwana, Denny Tamaki, ha condenado la decisión judicial –que ha salido delante con el voto unánime de los cinco magistrados– y ha señalado que «esperaban un fallo neutral y justo hasta el último momento», por lo que ha calificado la situación de «extremadamente lamentable».
Tamaki ha aseverado en anteriores ocasiones que la región hace frente a una fuerte presión por albergar a cerca del 70 por ciento de las instalaciones militares estadounidenses desplegadas en Japón.
El portavoz del Gobierno, Hirokazu Matsuno, ha expresado que espera que las autoridades de Okinawa «actúen de acuerdo al fallo judicial», según informaciones de la agencia de noticias Kiodo, tras un veredicto que allana el camino para la reanudación de los trabajos de construcción, que fueron suspendidos a medida que la población se mostraba en contra de la reubicación en la zona de Henoko.
Resulta increíble que Japón, luego de ser bombardeada con sendas ojivas nucleares del Norte, con el resultado de cientos de miles de sus muertos por radiación, estén tan campantes, aliados por necesidad, supervivencia, comercio y oportunismo geo-político, tratando de evitar la multipolaridad del sistema. La justicia y la legalidad se han prostituido tan profundamente que el bien y el mal se han entremezclado, dándonos a nuestras democracias un arroz con mango de derechos y obligaciones que solo un poder superior terrestre se subroga el soberano derecho de reinterpretarlos. Bien adivinamos que 10 grandes titiriteros del mundo tienen extendidos tentáculos por esos perspicaces ojos rayados personajes. Vaya herencia para la humanidad y destino que nos “premia” semejantes apátridas familias.