Lima, 15 sep (Prensa Latina) Una nueva encuesta privada difundida hoy registra un aumento de la masiva desaprobación a la presidenta Dina Boluarte y verifica que la mayoría quiere elegir un nuevo gobernante en elecciones adelantados en Perú.
El sondeo de la empresa Datum precisa que la desaprobación a la mandataria creció de 77 a 80 por ciento respecto a agosto y la aprobación decae ligeramente, de 16 a 15, pese a constantes presentaciones públicas y anuncios de logros que reivindica la jefa del Estado por sucesión.
El conocido analista de televisión Nicolás Lúcar comentó que con 80 por ciento de rechazo es muy difícil gobernar e hizo notar que es evidente que en esa mayoría en contra hay ciudadanos de izquierda, centro y derecha.
Datum preguntó también sobre la fecha que debería tener la próxima elección presidencial y 59 por ciento plantea que se adelante a 2024 (46) o 2025 (13).
Por otra parte, el 35 por ciento acepta que la elección sea, como quiere Boluarte, en 2026, cuando culmina el mandato quinquenal para el que fue elegido el destituido y encarcelado Pedro Castillo, a quien Boluarte reemplazó por sucesión como vicepresidenta.
La encuestadora no inquirió sobre la elección del Congreso de la República, en el que prima la pretensión de que, en caso de renuncia o vacancia (destitución) de la mandataria, solo se elija a su reemplazante para que gobierne hasta 2026, pese a que registra un rechazo mayor al de Boluarte y que alcanza a más de 90 por ciento.
Sobre las medidas que debería tomar Boluarte para mejorar su posición en las encuestas, 24 por ciento opinó que debería aplicar un plan efectivo contra la delincuencia; 14 por ciento que debe acercarse más al pueblo y 14 por ciento que cambie ministros.
En torno al gabinete ministerial, solo 11 por ciento cree suficientes los seis cambios realizados por la mandataria este mes, mientras 81 por ciento propugna el cambio total (49) o parcial (32) de los ministros.
Según el 46 por ciento de los consultados, la mandataria gobierna con la derecha, para 13 por ciento lo hace con el centro y para 26 por ciento con la izquierda, aunque este sector político adversa al Gobierno.
