San Salvador, 23 sep (Prensa Latina) Ambientalistas de El Salvador expusieron a la embajada de Guatemala aquí sus preocupaciones por la minería en Cerro Blanco, en ese país, que amenaza sus fuentes de abasto de agua.
El tema es motivo de fricciones, y la población está preocupada por la entrada en actividad de la mina a pocos kilómetros de la frontera salvadoreña.
Movimientos sociales presentaron una carta en la sede diplomática de Guatemala, en la cual expusieron que el proyecto para la explotación del oro se ubica a siete kilómetros de la frontera con El Salvador.
Es una minería que fue aprobada de manera irregular y sin estudios de impacto ambiental adecuados, denunciaron.
En su misiva, los pobladores solicitaron que las autoridades guatemaltecas establezcan un diálogo de la Comisión Binacional con sus similares salvadoreñas para proteger las cuencas transfronterizas y garantizar el derecho al agua de las personas.
Al respecto de los peligros, el geofísico Steven H. Emerman, quien estudió el impacto ambiental y transfronterizo que puede tener este proyecto, aseguró que los descartes de oro provenientes de la mina estarían a solo 103 metros pendiente arriba de la quebrada El Marial, y que en su tránsito podrían dañar dos rios y contaminar el Lago de Güija.
Dijeron los ambientalistas que existe un grave peligro de que el lago, compartido con Guatemala, y el río Lempa, que abastece de agua potable a casi un millón de personas del Área Metropolitana de San Salvador, sea contaminados.