Abidjan, 4 oct (Prensa Latina) La sequía que agosta los cultivos en varios países provoca hoy un agudo descenso en la producción de cacao, ese fruto que emigró en sentido contrario y sin desgarramientos al de un comercio inhumano, el esclavista.
Oriundo de América, de donde viajó en las naos conquistadoras a Europa, y de ahí a las posesiones de Ultramar, el cacao se naturalizó con tanto éxito en África que en la actualidad los primeros productores mundiales son Costa de Marfil, Ghana, Nigeria y Camerún, por ese orden.
Pero el romance del fruto y el país marfileño este año está en crisis debido a que la escasez de precipitaciones provocará un descenso en los embarques superior al 28 por ciento en el primer trimestre de la temporada 2023-2024.
La llegada tardía de las lluvias fuertes al llamado cinturón del cacao es la culpable de la baja de la producción, coinciden productores y contadores de las vainas del fruto, principal ingrediente de ese dulce pecado que es el chocolate.
Para coronar las desgracias, los cosecheros reportaron la aparición de una enfermedad conocida como la podredumbre parda la cual afecta las vainas del cacao y las pudre.
