San José, 8 nov (EP/PL).- Considerado el país con mayor esperanza de vida en Latinoamérica, Costa Rica experimenta hoy un proceso más acelerado de envejecimiento de su población, de ahí que las autoridades proyecten un plan de atención para la próxima década.
El Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam) presentó la nueva Política Nacional de Envejecimiento y Vejez para el período 2023-2033, un instrumento que permitirá al país avanzar en el cumplimiento de los derechos de las personas adultas mayores y mejorar sus condiciones de vida.
La iniciativa contó con la colaboración del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa).
Esta política representa el compromiso de trabajar por elevar la calidad de vida de las personas adultas mayores y generar condiciones óptimas que les permitan un desarrollo integral, comentó el presidente de Junta Rectora de Conapam, Norbel Román.
Con el apoyo técnico del BID, el Conapam realizó un diagnóstico sobre la situación de las personas mayores en el país para definir las prioridades de la Política y su respectivo Plan de Acción, que establece cinco ejes.
Incluyen temas como seguridad económica en la vejez, atención integral en salud y cuidados, buen trato en la vejez y vida libre de violencia, desarrollo humano y fortalecimiento de la institucionalidad.
La política 2022-2032 toma en cuenta que más del 13 por ciento de las personas adultas mayores en Costa Rica dependen de la ayuda de otras personas para realizar sus actividades básicas.
Costa Rica ha dado un importante paso para mejorar las condiciones de vida de las personas mayores y fortalecer sus redes de protección social con una visión de largo plazo.
Por ser pioneros en la incorporación de enfoques de género, interseccionalidad, interculturalidad y derechos humanos es que el Unfpa ve en Costa Rica un laboratorio para el resto de la región en material de resiliencia demográfica que amerita el acompañamiento de la cooperación internacional, añadió Juan Luis Bermúdez, jefe de la oficina.
Con esta nueva política de Envejecimiento y Vejez Costa Rica marca una ruta de adaptabilidad demográfica, es decir de preparación y acción responsable basada en datos y participación frente a los desafíos y oportunidades del cambio poblacional, subrayó.
