San José, 18 nov (Prensa Latina) La desarticulación de una banda dedicada al narcotráfico, en especial por su modus operandi, acaparó la atención en Costa Rica durante la semana que hoy concluye, en un país que las cifras de homicidios siguen en ascenso.
El Organismo de Investigación Policial de Costa Rica (OIJ) dio a conocer detalles de la agrupación y funcionamiento, mediante la entrada de droga desde el sur del continente para posteriormente exportarla de forma líquida, es decir, pasaban la pasta base a líquido y con eso ejecutaban la exportación.
En la operación, bautizada como Caso Corona, fueron allanadas 22 propiedades en varias localidades del país como Coronado, Turrialba, Sarapiquí, Atenas, Grecia, Santa Ana, Montes de Oca y Desamparados.
El director del OIJ, Randall Zuñiga, señaló a la prensa que el grupo, liderado por un hombre apellidado Lozano, de nacionalidad colombiana, operaba a través de una empresa nacional dedicada a la producción de bebidas carbonatadas, bajo la marca Minerva, para exportar la cocaína a diferentes países de Europa y Asia, señaló.
Agregó que fue decomisada cocaína líquida en Israel, que se exportada hacia Jordania por tierra y se determinó que salió de Costa Rica. En total fueron 185 botellas, de las cuales, 150 eran de cocaína líquida, que en pasta dura serían unos 100 kilos, subrayó Zúñiga.
Explicó que corroboraron la existencia de un laboratorio clandestino en Coronado donde hallaron envases, diferentes formas de destilación y filtración de la cocaína. La cocaína en estado líquido no es rastreable a través de los escáneres en Limón.
En apariencia, los estupefacientes eran diluidos con métodos artesanales hasta llevarlos a estado líquido, para poder introducirlos en los recipientes y, con el uso de colorantes, disfrazarlos de bebidas destinadas al consumo.
Hasta el momento, los allanamientos han permitido decomisar evidencia relevante, entre la que destacan vehículos de alto valor, dinero en efectivo, joyas, relojes, armas de fuego y grandes cantidades de cocaína líquida, así como implementos para su fabricación.
El OIJ dio a conocer además que el país contabiliza 807 casos de homicidios hasta la fecha, un 45,6 por ciento más que los 554 registrados en el mismo periodo de 2022.
El aumento de la violencia es ocasionado principalmente por el ajuste de cuentas con 522 homicidios, o sea, el 64,7 por ciento del total, asociados en gran parte al narcotráfico, mientras que la segunda causa son las riñas con 103 casos, para un 12,7 por ciento del total.
Según la entidad, los hombres son la mayoría de las víctimas con un total de 742, mientras las mujeres notifican 65 muertes.
Del total de asesinatos violentos, 653 fueron con armas de fuego, seguido del arma blanca con 80, destaca el informe.
Costa Rica vive una ola de violencia y criminalidad sin precedentes, a causa, según las autoridades, del narcotráfico, ajuste de cuentas, el control de las localidades y la legitimación de capitales.
