Soy una persona apasionada del sector agropecuario, por ello no me cansaré de hablar de esta temática.
La cadena productiva agropecuaria comprende los eslabones de la planificación, producción, procesamiento, acopio y posterior comercialización y venta de los productos.
Como es conocido, deben existir mejoras en los procesos de comercialización para los productos agropecuarios de nuestro país.
Costa Rica debe orientarse hacia una agricultura en concordancia con la demanda, en lugar de promover los mercados de especulación, que hoy todavía suceden como se observa en la imagen que se proyecta.
Ejemplo de ello, es la sobre oferta de productos de los agricultores que buscan mercado para sus cosechas, que en numerosas ocasiones hay problemas para llegar a un mercado justo, en la imagen se muestra un ejemplo de ello.
La semana anterior dimos seguimiento a una producción de maíz blanco en la zona norte, donde existían más de 4 mil quintales de maíz en grano que no tenían cómo ser colocados en el mercado.
Esto obedece a que no existe una investigación ni planificación oportuna que oriente a los productores y/o las organizaciones que los representan.
Los sistemas de mercado que brinda CNP y PIMA, a través del PAI y los mercados mayoristas CENADA y Regional Chorotega respectivamente, tal como se muestran en la Imagen, necesitan constantes mejoras y actualizaciones para que estén acorde a los requerimientos de los productores y los consumidores.
Existe otro mercado de manera detallista que es de vital importancia para los productores que son las ferias del agricultor, como se muestra en la imagen.
Estas ferias son de carácter minorista y brindan la oportunidad para que pequeños y medianos productores puedan vender sus productos de forma directa.
Actualmente existen más de 80 ferias del agricultor distribuidas a lo largo de todo el país, las cuales han sido reguladas por la ley 8533.
Las ferias del agricultor deben seguir siendo una ventana para la comercialización de nuestra agricultura rural y urbana, pequeños artesanos y productores agroindustriales para que puedan vender sus productos.
En muchas ocasiones se habla de eliminar la intermediación, sin embargo, sin esta figura, muchos productos no lograrían llegar al consumidor.
Los intermediarios brindan oportunidad de venta a cientos de pequeños agricultores que no se les posibilita ir a las ferias, ya sea, por la distancia, costos de transporte, logística o por su baja producción.
Se debe hacer un análisis para mejorar la identificación de los participantes en las ferias a través del carnet de acreditación, donde éstos, deberían diferenciar al productor, al comerciante, al artesano y al agroindustrial por un tema de estadística económica y sectorial.
El fin de las ferias debe de ser un servicio al consumidor donde se ofrezcan productos agropecuarios de calidad, inocuidad y a un costo razonable, sin olvidar que son parte de la cultura del consumidor costarricense.
Existen varios Centros Agrícolas Cantonales que administran su feria local con mucho éxito, sin tener conflictos con los gobiernos locales ni con instituciones.
Estos ejemplos debemos de tomarlos en cuenta para aprender de los éxitos logrados y podamos replicar sobre la correcta administración de dichas ferias.
Retomando el ejemplo que se mencionó al inicio, con el caso de los 4000 mil quintales de maíz, estos productores podrían obtener acceso a la red de ferias a nivel nacional para colocar este producto.
Es nuestra responsabilidad trabajar no sólo en la mejora de la comercialización de los productos agropecuarios, si no, que también, se debe trabajar en temas como pólizas agropecuarias, acceso al crédito para producción y alianzas público privadas para la reactivación de infraestructura agroindustrial que está sin utilizar en todo el país como se observa en los dos ejemplos que se ilustran en la imagen y con ello, promover el desarrollo del sector agropecuario nacional.
Recordemos: Cuando el agricultor gana, no hay nadie que pierda.
(*) María Marta Padilla Bonilla es Legisladora costarricense
