Para nadie es ahora aceptable lo que el gobierno sionista de Israel está realizando en la Franja de Gaza: un genocidio en todo el senrido de la palabra y en todos sus extremos. Hasta los que al principio de lo que se consideró una respuesta un tanto desproporcionada al ataque terrorista de Hamás le dieron su apoyo, poco a poco se ha ido retirando de esa postura, dada la barbarie y la ausencia total de humanismo, al atacar hospitales, clínicas, escuelas, edificios de apartamentos e incluso instalaciones de la Organización de las Naciones Unidas en Gaza.
Ni qué decir de los miles de muertos (cofra ya superior a los 20 mil), civiles en su gran mayoría, que se han generado en esta brutal arremetida de uno de los ejércitos más poderosos de la región, en contra de una población civil, desarmada y sin medios para defenderse. Y lo que más asombra y resulta más repugnante es la cantidad de niños asesinados.
Es importante abordar el tema de las masacres en el conflicto entre Israel y Palestina con sensibilidad y rigor académico. Aunque es posible encontrar algunas similitudes en términos de violencia y sufrimiento humano entre las acciones de Israel en Palestina y las masacres perpetradas por los nacionalsocialista contra los judíos durante el Holocausto, es fundamental comprender que estos son contextos históricos y políticos radicalmente diferentes.
A continuación, se proporciona un análisis estructurado que considera estas diferencias y similitudes:
El conflicto israelí-palestino y el Holocausto son dos episodios de la historia marcados por la violencia y el sufrimiento humano. Sin embargo, es esencial reconocer que estos eventos se desarrollaron en contextos históricos y políticos distintos.
Para profundizar en este análisis, sería necesario referirse a trabajos académicos específicos que discuten estos temas. Los estudios que abordan el conflicto israelí-palestino desde diversas perspectivas podrían encontrarse en revistas académicas especializadas en ciencias políticas, estudios de Oriente Medio, relaciones internacionales y derechos humanos. Autores como Ilan Pappé, Avi Shlaim, Edward Said, entre otros, han contribuido con perspectivas críticas y académicas sobre el conflicto.
Contexto histórico:
El Holocausto: Ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los nacionalsocialistas, liderados por Adolf Hitler, llevaron a cabo un genocidio sistemático con el objetivo de eliminar a los judíos de Europa. Millones de personas, en su mayoría judíos, fueron asesinadas en campos de concentración y exterminio.
El conflicto israelí-palestino: Se remonta a principios del siglo XX con raíces en disputas territoriales, políticas y religiosas en la región de Palestina. Implicó la creación del Estado de Israel en 1948 y ha estado marcado por enfrentamientos entre israelíes y palestinos.
Diferencias Significativas:
Objetivo y escala: En el Holocausto, el objetivo era la aniquilación completa de los judíos, mientras que en el conflicto israelí-palestino, el objetivo se supone no es la eliminación de un grupo étnico en su totalidad, sino la resolución de un conflicto político y territorial. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo de esta brutal arremetida sionisra, da la impresión que el objetivo es eliminar la población palestina de la franja de Gaza.
Escala de víctimas: El Holocausto resultó en la muerte de millones de personas, mientras que el conflicto en Israel y Palestina, aunque ha causado un gran sufrimiento, no ha llevado a una cifra comparable de víctimas.
Naturaleza política vs. Genocidio: El Holocausto fue un genocidio deliberado y sistemático, mientras que el conflicto israelí-palestino implica conflictos políticos, religiosos, territoriales y de seguridad. Cosa que ahora muchas personas en altos cargos de responsabilidad en las potencias mundiales ponen en duda.
Similitudes Relevantes:
Violencia y sufrimiento: Ambos eventos involucran violencia, pérdida de vidas humanas y sufrimiento humano significativo.
Derechos Humanos: En ambos casos, se han planteado preocupaciones y denuncias sobre violaciones de los derechos humanos, incluidas las libertades civiles y la dignidad de las personas afectadas.
Es crucial reconocer que las masacres efectuadas por Israel en Palestina y las masacres perpetradas por los nacionalsocilsitas contra los judíos son dos eventos históricos distintos, cada uno con su propio contexto y motivación.
Aunque existen similitudes en términos de violencia y sufrimiento humano, equiparar directamente estos dos eventos es simplificar en exceso una realidad compleja. En lugar de enfocarse en las comparaciones, es fundamental abordar estos temas con una comprensión profunda de sus contextos específicos y trabajar hacia una resolución pacífica y justa del conflicto en Israel y Palestina.
Sin embargo, algunos académicos han hecho comparaciones más sutiles, sugiriendo similitudes en la ocupación de territorios, desplazamiento de poblaciones y el impacto en los derechos humanos. Se han analizado las políticas israelíes, como la expansión de asentamientos, restricciones a la movilidad palestina, el bloqueo en Gaza y los enfrentamientos militares que han resultado en la pérdida de vidas civiles palestinas.
Estas consideraciones tienen el propósito de llamarnos la atención con respecto de las interpretaciones tendenciosas que circulan en todos los medios, en primer lugar, y de hacer una acotación adicional: resulta que el gobierno sionista de Israel realiza todas estas barbaridades con el apoyo abiertamente descarado de los Estados Unidos de América, hasta el punto de involucfarse éste en el conflicto mediante la ubicación de una parte de su flota en las costas mediterraneas de Gaza, el financiamiento que durante decenios le ha otorgado al Estado Judío, y las actividades de defensa del territorio israelí, cuando es atacado por otros estados o grupos a través de drones y cohetes.
Es decir, como ha fracasado en sus aventuras en Ucrania, así como fracasó anteriormente en todas las guerras en las que ha participado desde la Segunda Guerra Mundial, el engranaje industrial militar del imperio le exige continuar con su belicismo a través de otros, para mantener los márgenes de ganancia inalterados. Y, por otro lado, intereses geopolíticos de larga data lo tienen atado a un Estado Genocida que está cometiendo las atrocidades que contemplamos diariamente.
(*) Alfonso J. Palacios Echeverría