Moscú, 10 ene (Sputnik).- Los cárteles del narcotráfrico están detrás de los disturbios en Ecuador y buscan mostrar que ellos mandan en el país y no el presidente Daniel Noboa, sostuvo el experto Víctor Jeifets, docente de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad Estatal de San Petersburgo.
«El presidente Noboa apostó casi todo (a la lucha contra los cárteles), pero también los cárteles de la droga apostaron, sino todo, bastante. No es casual que impulsen la espiral de violencia, deben mostrar que hoy son los amos de las calles. Por eso actúan de manera dura, quieren mostrar que el Gobierno no controla nada y tiene que negociar con ellos», dijo Jeifets a Sputnik.
La crisis de seguridad, señaló el experto, pudo darse antes especialmente durante la fuerte ola de violencia que se registró en la campaña electoral, cuando uno de los candidatos a la presidencia, Fernando Villavicencio, fue asesinado.
Jeifets considera que Noboa podría perder el cargo presidencial si no logra vencer en la lucha contra los cárteles de la droga.
«El presidente no tiene otra salida. O hace algo de manera cardinal o pierde su puesto por el que fue elegido por un corto periodo. Fue electo por el periodo que le quedaba a (expresidente Guillermo) Lasso, tiene año y medio hasta las próximas elecciones. Si no vence en esta lucha, se podría decir con seguridad que no será reelegido», apuntó.
El experto teme que el combate a los cárteles puede desencadenar «la presión a las organizaciones sociales y políticas de Ecuador, lo que podría convertir al país en un Estado policíaco».
De momento, subrayó, el presidente Noboa actúa dentro de la ley.
Jeifets no descarta que traten de influir en la situación en Ecuador los cárteles mexicanos que buscan extender su dominio fuera de su país.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, de 36 años, tras una serie de motines en las cárceles del país y la fugas de importantes cabecillas de las bandas criminales que operan en el país decretó el lunes el estado de excepción por 60 días para «recuperar el control» de los centros penales que se han perdido en los últimos años.
La medida de Noboa, quien asumió la presidencia hace menos de dos meses, desató una ola de violencia con la quema de autos y detonaciones de explosivos en las calles de varias provincias, incluida Quito, por parte de los grupos criminales.
La Policía Nacional comunicó sobre el secuestro de al menos siete agentes en un día en Quito y en la localidad de Machala (sur).
El martes, Noboa emitió otro decreto en el que declaró un «conflicto armado interno» producto de la crisis de seguridad pública que azota al país y designó como «organizaciones terroristas» a una veintena de grupos del crimen organizado.
Varios gobiernos latinoamericanos condenaron la ola de violencia en Ecuador y expresaron su apoyo al joven presidente de ese país. (Sputnik)
