Todos los que somos médicos, cuando llevamos años de experiencia, sabemos lo impredecible que es la medicina como un todo, además inexorablemente las personas indiferentemente de la edad, somos únicas. De muy joven escuché que “la casa del jabonero es todo resbaladero”, pude constatar esto muchas veces, a personal modo o ajeno. Si la gente supiera que en instituciones tan grandes como la CCSS, las cadenas de mando “no son homogéneas ni ortodoxas”, cuando empecé mi ejercicio profesional, mi jefe tenía apenas tercer año de colegio: él decidía a quien se trasladaba a un hospital en ambulancia y a quien no. Años después, durante el gobierno de Carazo se colocó en la jefaturas de dispensario, clínica y hospital, un médico que luego fue preparándose en administración hospitalaria; no obstante los manejos globales de la caja se dieron a personal no médico, fueron poco a poco los políticos metiendo las pezuñas hasta muy adentro, existió un verdadero festín de Baltazar por muchísimos años; recordemos que la CCSS fue creada en medio de la política y por los políticos, luego vino la socialización que ameritaba personas muy sensatas para mantenerla funcionando adecuadamente, no los politicastros que por décadas la manejaron como un asunto propio y en algunos casos una venganza contra profesionales muy capaces (la historia es larga).
Hoy la crisis de la CCSS, es en realidad una crisis administrativa, la plétora de los servicios ha sido por razón de pésima administración y metedura de manos y pies de los políticos de oficio, a quienes la institución les importa un bledo, incluso parece que en ese nivel hay interés en la privatización: existen grupos poderosos económicamente que tienen interés, porque la salud es un negocio muy rentable.
Volvamos a la niña que falleció hace poco, es muy doloroso pero esos casos no son una rara excepción, son relativamente frecuentes, no quisiera que nadie se muera, estudié para salvar vidas: curar, no para cruzarme de brazos ante un paciente gravemente enfermo.
Mientras no exista un estudio concienzudo médico legal, es irracional señalar con saña al personal del hospital de Nicoya. Ese desaguisado de una alta jefa de la institución, acusando formalmente y penalmente a la CCSS, siendo ella parte del sistema administrativo ineficiente es como auto-acusarse (¿curarse en salud?, es dispararse en el pie ante los hechos que muestran el profundo deterioro administrativo.
¡La CCSS no está quebrada! Eso a pesar de tanto interés mezquino de algunos (muchos) políticos de oficio. La Caja es totalmente recuperable pero necesita cabezas pensantes y honestas dirigiéndola, no ejércitos burocráticos, no, gente preparada e interesada en la institucionalidad costarricense.
Algunos medios han caído como buitres sobre el hospital y la institución, esos mismos medios que algunos grupos del actual gobierno llaman prensa canalla, las cosas no se resuelven de esa manera, es sabido que la noticia bomba vende, pero acordémonos que detrás de esa tragedia están seres humanos sufriendo amargamente, arreglemos el sistema de seguridad social, pero no parándonos sobre los demás.
La institución debe revisar y declarar si hubo negligencia y en qué condiciones se dio, no señalar culpable al último del escalón. Quiero aclarar que estoy en contra del encubrimiento, de quien sea, pero echar las campanas al viento para con esa actitud buscar culpables, así no más para deteriorar más aún la imagen de la institución, no es honesto.
Rasgarse las vestiduras es deleznable, se vea por donde se vea, pero mucho más perjudicial es el daño moral sin una cuidadosa investigación. ¿Qué es un protocolo? Bueno esa respuesta se la dejo a los funcionarios de alto vuelo de la CCSS.
(*) Dr. Rogelio Arce Barrantes es médico
Usted en la Caja tuvo un jefe con tercer año de colegio, esos tiempos han cambiado. Igual han cambiado en otras instituciones como en el Ministerio de Salud, pero para peor. Los problemas de la CCSS que usted narra donde personas no médicos determinaban traslados es lo mismo que pasa ahora en el Ministerio de Salud cuando los otrora médicos de salubridad ahora son médicos de escritorio. Desde 1995 los roles cambiaron y muy atrás quedo aquello de que la salud preventiva le tocaba al Ministerio de Salud y la Salud curativa le tocaba a la CCSS. Ahora toda la función que cumple el Ministerio es de «rectoría», ¿a quién dirije? si instituciones del Sistema Nacional de Salud con presupuestos de muchas veces el del Ministerio, siempre buscan la forma de evadir cualquier control. Pero, esto es otro tema, y de mucha tela que cortar. Actualmente en el Ministerio de Salud se nombran muchos médicos de escritorio que ignoran totalmente los temas administrativos que no saben lo que es un presupuesto, mucho menos un débito o crédito contable, o de dónde sale un Estado Financiero. Sin embargo, siguen nombrando en jefaturas en una institución que no atiende pacientes personas de la rama médica, cuando el trabajo es un 97% administrativo. ¿dígame usted entonces como no van a estar las cosas patas pa arriba? Si donde se ocupan jornaleros se contratan puros capataces, y dónde se ocupan capataces hay solo jornaleros. Mientras en nuestras instituciones sigan rigiéndose por una Ley constitutiva, que no cambia con la estructura y funciones, el futuro no es promisorio, hasta llegar a la etapa de crisis, evolución y revolución no sabremos que pasará.
Yo no he dicho que ahora es mejor, no, ¡lo que mal comienza mal acaba! La CCSS está desde hace décadas metida en un berenjenal administrativo.
Ahora tenemos que entender que el ministerio de salud siempre fue ineficiente, aunque hace 45 años llevaba adelante los programas de letrinización, fumigaciones contra la malaria, planificación familiar, control prenatal y de niño sano. Todo eso durante las administraciones de fin del siglo XX se los tragó la Caja. Hay problemas muy serios pero no hay voluntad política para resolverlos.
Totalmente de acuerdo, don Rogelio. Yo hablo del Ministerio de Salud porque lo conozco y se el arroz con mango que existe dentro de esta ineficiente institución como bien señala usted.
No hay necesidad venga un político que quiera privatizar los servicios (especialmente la caja, porque el Ministerio se aparece únicamente cuando hay algún problema a apagar incendios).
Cuantos millones se desperdician en estas instituciones por los procesos innecesarios y duplicidad de funciones sin voluntad política para arreglarlos para no meterse en los intereses difusos de los posibles afectados. El Colegio de Médicos, por ejemplo, tiene toda una estructura de apología para mantener el status quo de sus agremiados.
De verdad no le veo arreglo, es muy pesimista el porvenir.
El Colegio de Médicos después de vivir muchos años en Panamá, creo que es muy necesario: en Panamá los médicos no están sujetos a sanciones disciplinarias por ningún comité de ética.
En salud cada segundo cuenta. Que haya existido posible mala pratica el caso mencionado,si quizas la hubo. Hablando del minsa, no se si Rogelio se acuerda cuando en Naranjo la gente se cagaba en el patio y los chanchos se comian la mierda y la gente se comia al chancho y se llenaban de triquinosis, quien los curo, el Minsa. Acuerdese de la elefantiasis, leishmaniasis, enfermedad de chagas, la rabia canina, paludismo, malaria, etc, etc. Quien los curo el minsa. Control de calidad de vacunaciones(inoculaciones) en niño(a)s a nivel nacional, bajonazo de muerte neonatal por el control prenatal, etc,etc.
Ahora el minsa produce millones de millones de dolares diarios, por eso tienen a la vipresidenta controlando las arcas. Tambien, es una verguenza internacional y nacional que se reciban y acepten vacunas Panameñas contra el covid-19 totalmente desactualizadas y que el Salvador los regale medicamentos. Que no nos jodan mas, D.Rogelio.