Santa Cruz (Bolivia), 30 ene (Sputnik).- Bolivia busca acelerar la industrialización del litio con una segunda convocatoria a empresas internacionales y no quedarse fuera del auge de ese metal liviano, en la coyuntura mundial de transición energética impulsada por la electromovilidad, explicó este martes la presidenta de Yacimientos de Litio de Bolivia (YLB), Karla Calderón, en entrevista con la agencia de noticias Sputnik.
«Justamente, en el afán de poder acelerar este proceso, surge esta segunda convocatoria que corresponde directamente a la gran oportunidad que se tiene en este momento. A la ventana de aprovechamiento de producción de carbonato de litio y también toda la cadena de recursos evaporísticos que tiene Bolivia a la fecha, dentro de todos sus salares para poder realizar y entrar en esta industria», contó.
Bolivia cuenta con reservas de litio estimadas en 23 millones de toneladas en salares del suroeste del país, en el departamento de Potosí, donde se levantan al menos tres megafactorías de carbonato de litio.
Una de las factorías ya está en funcionamiento a cargo de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), con capacidad de producción de 15.000 toneladas de litio anuales. En el caso de la segunda y la tercera, están en proceso de montaje con tecnología de Extracción Directa de Litio (EDL) por el consorcio chino CATL, BRUMP y CMOC (CBC) y la Uranium One Group de la Corporación Rosatom, con una inversión aproximada de 2.800 millones de dólares.
«Los convenios firmados en 2023 obedecen a la primera convocatoria. Estas dos nuevas firmas firmadas en diciembre y en enero corresponden a la aplicación de tecnologías a través de plantas piloto. Entonces, este procedimiento se perfecciona en esta nueva convocatoria para que quede claro el procedimiento, el alcance y objetivo que tendría todo este proceso», detalló.
A nivel internacional, Bolivia compite con sus vecinos Argentina y Chile, que también cuentan con grandes depósitos de litio; y a escala continental con Canadá y Australia, por abastecer la demanda internacional de baterías de ion-litio para la electro movilidad.
«La carrera del litio ya empezó, estamos siguiendo de cerca a los países vecinos como Argentina y Chile, que están siguiendo todo este camino. Ellos también están usando la EDL por las características que tiene este nuevo método. Evidentemente, en competencia también están otros países como Canadá y Australia. Entonces, el tema es poder concluir la cadena productiva, darle este valor agregado a la materia prima, evidentemente, eso es llegar a las baterías de litio», definió.
Bolivia busca recuperar el tiempo perdido desde hace una década intentando dar el salto en la industrialización del litio, primero con el método de piscinas de evaporación para obtener salmueras, y ahora confía en la tecnología de EDL para finalmente acercarse a la meta.
«El principal producto es el carbonato de litio, porque es aplicable en la fabricación de baterías de ion-litio, para la transición energética en el rubro automotriz. Dentro de los principales mercados está el asiático, porque son los principales productores de baterías. Será clave para proyecciones a futuro y posicionar a Bolivia en el mercado mundial», apuntó.
Bolivia forma parte del del «Triángulo del Litio» junto a Argentina (19 millones de toneladas) y Chile (9 millones de toneladas), que concentran en conjunto las mayores reservas del mundo.
Rusia, socio estratégico
En diciembre de 2023, el Gobierno boliviano firmó un convenio con la empresa rusa Uranium One Group para la construcción de una planta piloto de EDL en los salares del sur del país.
«Hemos firmado un convenio que respeta el modelo soberano del Gobierno boliviano, el cual hace que el Estado tenga la soberanía en todo el proceso de industrialización. Lo que se ha logrado es utilizar la tecnología extranjera y la transferencia tecnológica», destacó.
Bolivia tiene en su territorio 28 salares, el mayor complejo es Uyuni (sur), pero a estos le siguen otros salabres menores y medianos. Todas estas áreas tienen ciertas áreas de exploración.
Bolivia también cuenta con la tecnología de Rusia y China en la carrera global por la industrialización de litio.
«A la fecha se tiene acuerdos con Rusia y China, pero con este convenio se pretende ampliar su alcance y a los salares que son siete potenciales», detalló.
La ejecutiva boliviana destacó la colaboración de la empresa rusa, que puede pasar a una siguiente etapa en la que se firmaría un contrato para la explotación industrial del litio.
«A la fecha no se están firmando contratos, sino convenios orientados a estudios. Son convenios de estudios para hacer pruebas de tecnología, cuantificación de recursos. Cuando se siga a una siguiente etapa, después de las negociaciones, van a seguir la etapa de contratos. Ya estaríamos hablando de plantas industriales», indicó.
La meta de Bolivia es clara, procesar las salmueras de sus salares hasta lograr fabricar baterías ion-litio, que puedan ser exportadas y apuesta a obtener ingresos por 4.000 millones de dólares, por una producción superior de 20.000 toneladas de carbonato de litio. (Sputnik)
