Abu Dabi, 13 feb (Sputnik).- Las acciones de Israel ponen en duda el futuro de sus acuerdos con los países árabes, especialmente con Egipto y Jordania, declaró este martes el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit.
«Con su comportamiento actual, Israel se convirtió en una amenaza para la extensión de los acuerdos firmados con él, especialmente con los países como Egipto y Jordania», dijo el político, citado por el canal Al Mayadeen, en la Cumbre Mundial de Gobiernos que se celebra en los Emiratos Árabes Unidos.
El secretario general señaló que EEUU debería «ordenar» a Israel que ponga fin a su política actual en la Franja de Gaza, de lo contrario, «Oriente Medio estallará como nunca antes».
Gheit agregó que «las intenciones» de Israel de obligar a los palestinos a reubicarse desde la Franja de Gaza y Cisjordania para liberar los territorios para los israelíes tardarán «1.000 años» en plasmarse, por lo cual Israel debe «reconsiderar y abandonar su política».
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron en la noche del 11 al 12 de febrero «una serie de ataques contra los objetivos terroristas en el área de Shaboura» de la ciudad de Rafah, situada en el sur de la Franja de Gaza.
Según el Ministerio de Salud gazatí, controlado por el movimiento palestino Hamás, los bombardeos han causado al menos 67 muertos.
El Ministerio de Exteriores egipcio declaró que El Cairo considera absolutamente inaceptables las declaraciones de funcionarios israelíes sobre la intención de llevar a cabo una operación militar en Rafah, que se encuentra cerca de la frontera con Egipto.
El rey Abdullah II de Jordania, después de una reunión con el presidente estadounidense, Joe Biden, en la Casa Blanca, dijo que la operación israelí en Rafah se convertiría en otra catástrofe humanitaria, y la situación allí de un millón de palestinos ya resulta insoportable.
También agregó que actualmente es imposible permanecer al margen y permitir que continúe el conflicto palestino-israelí, mientras que Biden indicó que Israel no debería llevar a cabo una operación militar en Rafah sin un plan «creíble» que permita garantizar la seguridad de un millón de civiles palestinos que viven allí.
El pasado 7 de octubre, Hamás lideró un ataque a más de 20 comunidades israelíes causando unos 1.200 muertos y cerca de 5.500 heridos y capturando a 253 rehenes.
En represalia, Israel declaró la guerra a Hamás e inició una campaña de bombardeos sobre Gaza, al tiempo que imponía un bloqueo total al enclave palestino, cortando el suministro de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible. El 27 de octubre, Israel lanzó una incursión terrestre a gran escala en la Franja.
Los ataques israelíes han dejado hasta el momento unos 28.500 palestinos muertos, así como más de 68.100 heridos.
Rusia y otros países instan a Israel y Hamás a pactar un alto el fuego y abogan por una solución de dos Estados, aprobada por la ONU en 1947, como la única vía posible para lograr una paz duradera en la región. (Sputnik)
