Ciudad de Guatemala, 27 feb (Prensa Latina) El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) proyecta hoy temperaturas de hasta 43 grados el próximo marzo y abril en varios departamentos de Guatemala, lo cual favorecería incendios.
Debido al fenómeno de El Niño, esos meses serán los más calurosos registrados en la región oriental del país, explicó a la prensa local el meteorólogo de la entidad César George, quien incluyó a Petén y Zacapa.
En la costa sur las temperaturas podrían ubicarse entre 35 y 37 grados y en la meseta central, que incluye esta ciudad capital, estarían en el orden de los 32 a 34, agregó.
En el mes de marzo todavía esperamos frío, especialmente en los altiplanos central y occidental, acotó el experto.
Recordó que en enero pasado y en el presente febrero las temperaturas llegaron casi a 40 grados en la aldea La Fragua, de Zacapa.
Lo preocupante de esta situación es que de acuerdo con el clima marzo y abril son meses todavía más secos, por lo tanto pueden incrementar la proliferación de focos de incendios, advirtió George.
Este último tema causa preocupación por estos días en Guatemala, en buena medida por los fuertes vientos y las temperaturas altas, que hasta la víspera mantenían 34 activos.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) mediante un comunicado expuso que mil 600 brigadistas realizan operaciones terrestres y aéreas para el control y liquidación de esos siniestros.
Ubicó el impacto de las llamas en Chimaltenango, Guatemala, Huehuetenango, Jutiapa, Quetzaltenango, Quiché, Sacatepéquez, San Marcos, Santa Rosa, Sololá, Suchitepéquez y Totonicapán.
En el municipio Santa María de Jesús, Sacatepéquez, el incendio forestal en el volcán de Agua (inactivo) se encuentra 60 por ciento controlado y 40 liquidado.
Los termómetros marcaron 41, 6 grados en el municipio Flores, departamento de Petén, en junio del año anterior.
Hasta ahora el récord de temperatura más alta en Guatemala es de 42, 6 grados, reportado el 23 de abril de 2020.
Estas condiciones -según análisis- en parte por el calentamiento global y el deterioro medioambiental, con el Petén de foco debido al alarmante saqueo de los bosques.
