San José, 2 mar (EP/PL).- La población costarricense difícilmente llegue a los seis millones y empezará a decrecer en 10 o 25 años, advierte un estudio sobre fecundidad y demografía.
Costa Rica tiene de frente el fin del crecimiento del número de sus habitantes, advirtió el reconocido demógrafo ecuatoriano, Luis Rosero Bixby, fundador del Centro Centroamericano de Población (CCP) de la Universidad de Costa Rica.
La población tica enfrenta dos posibles escenarios futuros, detalló Rosero. En el primero se mantiene la ultrabaja fecundidad de 1,3 nacimientos por mujer y la población empieza a decrecer en 10 años.
Un artículo publicado en Semanario Universidad destaca las reflexiones del investigador, en las que sostiene que, en el segundo escenario, las mujeres no están renunciando completamente a tener más niños y niñas, sino que lo están retrasando a una edad promedio de 31 años.
Esto haría que el país experimente un tardío aumento a dos nacimientos por mujer, tras el cual llegaría el inevitable decrecimiento de la población, pero esta vez en 25 años.
A su juicio, es muy difícil que Costa Rica llegue a los seis millones de habitantes, porque esto requeriría más nacimientos y una vigorosa migración. La diferencia entre los dos escenarios al final de la curva (2075) es de un millón de personas comentó Rosero en el Simposio Tendencias de la Fecundidad en Costa Rica.
El mayor reto de la sostenida disminución de la población en este país será en el tema de pensiones, ya que el demógrafo considera que el sistema Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) estará en estado crítico en el 2035, cuando habrá un estimado de tres personas por pensionado, y en el 2075 el país tendrá un trabajador por persona en edad de pensionarse.
Lo más complicado es que ni una fecundidad más alta, ni la migración va a hacer variar mucho este sustento demográfico (al sistema de pensiones), siempre va a estar cercano a uno, ni siquiera llega a dos indicó.
A pesar de este gran reto, el demográfico dijo la caída en la población está lejos de ser una catástrofe, ya que también trae oportunidades de “oro” ya que de mantenerse la inversión pública permitirían la mejora de la educación, una reducción en el desempleo, así como de la creación de modelos de desarrollo sostenible.
De implementarse las medidas en política pública correctas, podrá mitigarse el impacto de la reducción de la población, considera Rosero.
