Ciudad de México, 17 abr (Sputnik).- El territorio mexicano se calienta más rápido que el promedio mundial, alertó el coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Francisco Estrada Porrúa, en un foro celebrado el martes en la Cámara de Diputados.
«El territorio mexicano se calienta más rápido que el promedio mundial, cuya temperatura global ha aumentado alrededor de 1,1 a 1,2 grados centígrados, y en México ha sido de 1,7 grados», dijo el experto ante el Foro Política Climática: Acciones para afrontar la emergencia climática.
En la discusión organizada por la Comisión de Cambio Climático y Sostenibilidad, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, Estrada Porrúa dijo además que «los cambios en las precipitaciones ponen retos adicionales a las actividades que dependen de ellas» en el país norteamericano.
El objetivo del foro fue conocer cuáles son los retos en temas ambientales y brindar al Estado mejores herramientas para enfrentarlo, indica un informe legislativo.
En la ponencia el experto de la UNAM afirmó que «ambos efectos se deben a la liberación de gases de efecto invernadero, que mientras más se liberen serán peores».
Agregó que también se han presentado cambios en el nivel del mar en México
«En algunos lugares del Golfo de México (sureste) ha aumentado significativamente el nivel del mar, y en otras regiones del país ha disminuido, y se debe esperar un aumento cada vez más acelerado y generalizado», planteó el investigador.
Durante la jornada de discusiones entre legisladores, expertos y académicos en materia climática, una onda de calor afecta el centro y sureste del país latinoamericano con temperaturas máximas superiores a los 45 grados Celsius.
En la capital del país se rompió un récord de calor la tarde del lunes, con 34,2 grados que superó el registro histórico del 9 de mayo de 1998, cuando la Ciudad de México tuvo una temperatura de 33,9 grados, según el Servicio Meteorológico Nacional.
Propuestas de ecologistas
Por parte de la organización Costa Salvaje, Tania Frausto Illescas consideró que el país norteamericano tiene en sus costas la solución a los efectos del cambio climático.
«Los manglares son ecosistemas que absorben cuatro veces más carbono de la atmósfera y es el cuarto país con mayor superficie de manglar, con 905.000 hectáreas», dijo la ambientalista.
Frausto se pronunció por una estrategia nacional de conservación y restauración de estos ecosistemas, con recursos federales.
«Hay mucho conocimiento acumulado que, si ponemos todo en orden, México será el héroe en la lucha contra el cambio climático», agregó.
Carlos Gay García, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático en la UNAM, estimó que se requiere una política de Estado y una estrategia nacional de cambio climático
Para encarar el desafío se requieren «recursos federales dedicados a la adaptación y mitigación de estos efectos, así como destinar fondos a la ciencia y la investigación para saber qué hacer en cada región, porque la solución no puede ser la misma para todas», dijo.
Al presentar el informe «Estado y perspectivas del cambio climático en México: un punto de partida», Amparo Martínez Arroyo, de la misma institución sobre Cambio Climático de la principal universidad del país expresó que este trabajo se realizó con investigadores de diferentes centros de estudios.
El objetivo fue mostrar el punto de vista académico de lo que ha hecho el país en este rubro y contiene información actualizada sobre aspectos clave del cambio climático para elaborar una agenda y comentar con tomadores de decisiones.
«Es un análisis riguroso, pero esto no hace política. Hay muchas instancias que sí la hacen y requieren este conocimiento. La idea es proporcionar herramientas de utilidad y libre acceso para la investigación, divulgación y toma de decisiones», subrayó.
Finalmente, Juan Carlos Carrillo, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, aseguró que la política climática ha brillado por su ausencia y es evidente la urgencia de acelerar el proceso y facilitar la transición a energías limpias y renovables.
«Tenemos una economía lineal y extractivista, que no atiende la raíz de los problemas, la distribución de la riqueza y los costos», cuestionó.
En suma coincidió con sus colegas en que el país necesita contar con un modelo económico que se oriente a la nueva realidad climática, mediante la transición energética, entre otras medidas. (Sputnik)
