Santo Domingo, 4 sep (Prensa Latina) El Colegio Médico Dominicano (CMD) confirmó hoy el paro nacional convocado para el miércoles y jueves de esta semana e indicó que esos días solo se atenderán los casos de urgencia en hospitales públicos y privados.
El presidente del gremio, Rufino Senén, explicó que la medida obedece a que siguen sin recibir respuesta de las autoridades sobre su antiguo reclamo de que sean revisadas las tarifas y honorarios pagados a los médicos por los servicios ofrecidos a los pacientes afiliados a las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS).
El CMD autorizó también a las sociedades especializadas quirúrgicas y afines, entre estas a Anestesiología, a impulsar las iniciativas que consideren pertinentes para lograr que sean atendidas otras solicitudes pendientes con las ARS.
A raíz de la explosión ocurrida en agosto en el municipio de San Cristóbal, que dejó 34 fallecidos y más de 50 lesionados, el CMD decidió detener los paros parciales de labores en solidaridad con los habitantes en ese territorio y los afectados días después por el paso de la tormenta tropical Franklin por el país durante casi nueve horas.
Caba sostuvo que el Consejo de Seguridad Social y el Gobierno «tuvieron tiempo para elaborar una propuesta viable y decente para beneficio de los afiliados a la seguridad social, incorporando al Plan de Servicios de Salud atenciones y fármacos que generan cambios significativos en el catálogo de los diferentes regímenes, y al mismo tiempo mejorar los honorarios para los prestadores”.
El CMD anunció a principios de agosto una nueva interrupción parcial de labores en reclamo de respuesta a sus reivindicaciones, pero luego decidió suspenderlas por los días difíciles que vivió el país a causa de la tragedia en San Cristóbal fundamentalmente.
Junto a las sociedades médicas especializadas, el CMD retomó la lucha hace varios meses en contra de las ARS y luego de sostener conversaciones con autoridades de Salud durante cuatro meses, las cuales fracasaron.
Ambas organizaciones exigen la creación de un plan básico de salud universal, tarifas de honorarios unificadas y la promulgación de una nueva ley de Seguridad Social, basada en el derecho a una salud de calidad.