Buenos Aires, 20 nov (Sputnik).- Argentina experimentó un cimbronazo de carácter sísmico el domingo con la aplastante victoria del candidato ultraderechista Javier Milei, quien agrega una nueva capa de incertidumbre a un país que, tal como dijo el virtual presidente electo, está en una situación «crítica».
Con más del 99 por ciento de las mesas escrutadas, Milei obtuvo el 55,7 por ciento de los votos, mientras que el candidato oficialista y actual ministro de Economía, Sergio Massa, recogió el 44,30 por ciento, de acuerdo a los datos de la Dirección Nacional Electoral.
El domingo votó aproximadamente el 76 por ciento del padrón electoral, compuesto por unos 35 millones de personas.
Aunque hubo advertencias por posibles fraudes y pequeños incidentes con las boletas repartidas en los centros de votación, la jornada electoral transcurrió con una calma quizás inesperada para la violencia que, por momentos, se registró durante la campaña.
Apenas se conocieron los resultados de las mesas testigo, es decir, la información que envían a los partidos los fiscales de las mesas electorales, la victoria de Milei se convirtió en un rumor que fue creciendo imparable en filas de ambos equipos.
Ver: Milei promete «poner de pie a Argentina» como el «primer presidente liberal libertario»
Mientras en el Hotel Libertador, búnker del candidato de La Libertad Avanza, el ambiente era de festejo, en el Complejo C Art Media, donde estaban los simpatizantes de Massa, la escena era de absoluta desazón.
La diferencia fue de tal magnitud, que Massa reconoció la derrota incluso antes de que las autoridades electorales dieran a conocer los primeros resultados.
«Obviamente los resultados no son los que esperábamos y me he comunicado con Javier Milei para felicitarlo y desearle suerte, porque es el presidente que la mayoría de los argentinos eligió para los próximos cuatro años. Lo hice convencido de que lo más importante que tenemos que dejar a los argentinos esta noche es el mensaje de que la convivencia, el diálogo y respeto por la paz, frente a tanta violencia y descalificación, es el mejor camino que podemos recorrer», dijo el actual ministro de Economía en un mensaje en conferencia de prensa desde su búnker.
Entre los votantes del candidato peronista, la desolación era total y el denominador común era el miedo ante la incertidumbre que, para muchos, representa un Gobierno de Milei.
Ver: Milei, el excéntrico ultraderechista que gobernará una Argentina a punto de explotar
«La verdad es que estoy muy triste, porque siento que el pueblo en cierta forma no toma conciencia de lo peligroso que es lo que se viene, que es gente que no lucha por los derechos, directamente los quiere destruir, dice que las Malvinas no son argentinas, reivindican la dictadura, me siento muy mal porque lo que viene es algo muy oscuro», dijo a esta agencia Patricia Moffa, terapista ocupacional de 55 años.
Contra la casta
Recortar subsidios, privatizar la salud y la educación pública, dolarizar la economía y eliminar el Banco Central fueron algunas de las principales propuestas económicas de Milei, pese a que en los últimos días de campaña negó que fuera a tomar tales medidas.
Quienes se inclinaron por Massa también rechazaban las declaraciones de la candidata a la vicepresidencia del libertario, Victoria Villarruel, quien ha justificado el plan sistemático de exterminio que ejecutó la última dictadura cívico-militar (1976-1983) contra la guerrilla, pero también contra los opositores políticos.
Pero nada de esto hizo mella en las más de 14,4 millones de personas que votaron por el autodenominado «anarco capitalista» de Milei, ya sea convencidos por sus ideas libertarias o simplemente dispuestos a la incertidumbre de un cambio antes que llevar a la Casa Rosada al ministro de Economía que ha disparado la inflación a más del 140 por ciento interanual y la pobreza encima del 40 por ciento.
La gravísima situación económica por la que atraviesa el país sudamericano fue campo fértil para que prendieran entre la gente las duras críticas a «la casta política» que realiza con frecuencia el ahora virtual presidente electo.
El voto a Milei también fue un voto contra los políticos en general, pese a que el líder de La Libertad Avanza buscó el apoyo de Macri luego de la derrota en primera vuelta.
«Ojalá Milei sea presidente, porque los que están hace más de 20 años lo único que hicieron es robar», decía a esta agencia María Teresa de Leonardis, una jubilada de 67 años que se encontraba en el barrio capitalino de Almagro, donde votó el candidato ultraderechista.
Contra el Estado omnipresente
Como en toda elección presidencial que se define con un balotaje, los ánimos en el búnker de Javier Milei eran la cara opuesta del sentimiento de derrota que se abatió sobre el equipo y los simpatizantes de Massa una vez que se conocieron los resultados.
«Es la primera vez que escucho a una persona que me representa en este país, porque tristemente son todos corruptos, todos chorros (ladrones)» asumió en diálogo con la Agencia Sputnik un joven de 39 años de nombre Mariano. «El 70 por ciento de la plata que ponés se la terminas dando al Estado por una carga impositiva fortísima, algo que espero que cambie», agregó este empleado bancario y emprendedor de un par de negocios.
Otro joven, un muchacho de 24 años que trabaja como repartidor, todavía anonadado por la victoria tan holgada, celebraba que por fin la gente se hubiera dado cuenta «de que las ideas correctas son las contrarias a las aplicadas hasta ahora».
«Esas ideas son la justicia social y el repartir la plata de otras personas a partir de alguien que las administra y que es corrupto», planteó desde la primera línea del vallado, a los gritos para hacerse oír entre los simpatizantes que gritaban «la casta tiene miedo» y advertían que la vicepresidenta «Cristina será presa».
Cuando fue el turno de Milei, en su primer discurso como virtual presidente electo de Argentina, el festejo fue total.
«Hoy comienza la reconstrucción de Argentina», afirmó el ultraderechista.
Milei agregó que la del domingo fue «una noche histórica para Argentina» y agradeció a todos los que hicieron posible «el milagro de tener un presidente liberal libertario».
En un discurso contenido y leído, pero no por ello con menos énfasis en las ideas y propuestas que cimentaron su victoria, el candidato de La Libertad Avanza aseguró que a partir del 10 de diciembre «se termina el modelo empobrecedor del Estado omnipresente».
«Basta del modelo empobrecedor de la casta, hoy volvemos a abrazar el modelo de la libertad para ser una potencia mundial», gritó, ante un público enfervorizado, que no paró de festejar la victoria de su candidato, ni de dedicar cánticos a sus rivales políticos.
Mesura
Si bien en su discurso Milei no adelantó medidas a tomar una vez asumido el Gobierno, en conversación con la Agencia Sputnik, quien será su canciller, la actual diputada Diana Mondino, adelantó lo que puede ser la política exterior argentina a partir del 10 de diciembre.
Mondino aseguró que Argentina no aceptará la invitación del grupo BRICS para pasar a integrar el bloque a partir del 1 de enero de 2024.
«No sé por qué tanto interés en los BRICS», respondió la diputada a la pregunta de esta agencia sobre la posibilidad de formar parte del bloque que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica y al que se unirán varios países a partir del año próximo.
Mondino, dijo también que el futuro Gobierno permanecerá en el Mercosur (Mercado Común del Sur), ya que Argentina es una «parte importantísima» del bloque, también integrado por Brasil, Paraguay y Uruguay.
La futura canciller de Argentina reiteró una de las polémicas propuestas del virtual presidente electo sobre el papel del Estado en el comercio exterior.
«Mientras seamos Gobierno, no va a ser nunca más el Gobierno el que decida qué empresa, a qué precio y a qué destino y con qué condiciones impositivas», se van a realizar las transacciones comerciales.
El nuevo Gobierno quiere quitar al Estado de en medio y dejar que sean las empresas y los productores los que negocien entre ellos.
A juicio de Mondino, Argentina tiene «un Estado absolutamente regulado, híperregulado en ese sentido».
«Lo que hace Argentina, que decide qué puede vender a qué precio, es absolutamente inaudito», insistió.
El triunfo de Milei marca el ocaso de las fuerzas tradicionales dominantes en las últimas dos décadas: la del kirchnerismo, que identificó a los Gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015) o la del macrismo, que tuvo a Mauricio Macri como jefe del Poder Ejecutivo entre 2015 y 2019 y fue la principal fuerza de la oposición cuando no le tocó gobernar.
Milei asumirá como presidente el próximo 10 de diciembre, en la misma fecha en que Argentina cumple 40 años de democracia ininterrumpida. (Sputnik)